“Me bloqueé y cuando me di cuenta la punta de la chaira ya estaba en su cuello”, dijo el catequista Alexi Pacasi Vargas (21) al confesar y dar detalles de cómo asesino a su ex enamorada de 17 años, Karla Vanessa Zelada Suazo. Sin embargo, su perfil psicológico concluye que él “no presenta trastornos psicopatológicos ni cognitivos que le impidan percibir y evaluar la realidad”.

El peritaje psicológico al que fue sometido el 18 de noviembre en la Dirincri de San Miguel resalta además que el joven es “lúcido, orientado en tiempo, espacio y persona”. Es decir, actuó consciente de sus actos.

Entre las características de su personalidad, se señala a Pacasi Vargas como “frío, calculador con capacidad para planificar, mentir y ocultar información”. Vale recordar que, antes de confesar su crimen, el asesino dio otra versión e incluso salió en un canal de televisión reconstruyendo los hechos y argumentando que dos delincuentes lo habían atacado a él y a su ex pareja. Incluso, el abogado que tenía renunció al concluir que el acusado no le decía la verdad.

“Presenta indicadores emocionales de descontrol de los impulsos, agresividad y poca tolerancia a la frustración […] Emocionalmente es inmaduro, inestable e inseguro, con dificultad en el control de sus impulsos y toma de decisiones”, indica también su perfil. Este acota además que el sujeto evidencia “sentimientos de ambivalencia afectiva hacia su ex enamorada, generándole sentimientos de amor y odio”.

PROBLEMAS EN SU ENTORNO En cuanto a la relación con su entorno, el examen da cuenta de que Alexi tenía una baja autoestima y presentaba conflictos en su entorno, percibiendo rechazo y hostilidad. Por ello es que se mostraba distanciado y con desapego afectivo y social.

“Acumula resentimiento y envidia por los logros de personas cercanas a él, mostrándose sarcástico, obstinado”, señala el documento difundido por “Primera edición” sobre el joven que creció en un albergue y sin padres.

LE RECRIMINÓ POR SER “POBRE Y SIN FAMILIA” La policía concluye que Pacasi degolló a su ex pareja por despecho, porque esta no quería retomar la relación y le había recriminado su condición de “pobre y no tener familia”.

El asesino no reconoce explícitamente el rechazo amoroso como el móvil del crimen. Sin embargo, en su declaración narró que la última vez que habló con Karla, ella le dijo que lo amaba. “Y eso me indignó, pues hubiese querido escucharlo tres meses atrás, cuando le pedía que no terminara conmigo”, sostuvo.