Se alquila departamento en Miraflores. Calle 2 de Mayo, cerca de supermercados, restaurantes y bancos. Amoblado y equipado. Un dormitorio, un bao, sala, comedor, kitchenette. Renta mensual de US$450. La oferta era tentadora para Giuliana Dvila. Al ver el anuncio, ella hizo clic en ver datos del anunciante, tal como indica el procedimiento de una pgina de ofertas inmobiliarias. Al da siguiente recibi un correo electrnico firmado por Christopher Briggs (briggs@doctorrchristopher.com). Este sujeto indicaba que l era el dueo del departamento, y que resida en el Reino Unido. A partir de entonces, comenz un cruce de correos que hacan que Giuliana fuera entrando en confianza. Ella le pregunt si poda ver el inmueble. l contest que el alquiler primero debe concretarse a travs de www.airbnb.com (uno de los portales inmobiliarios ms utilizados del mundo). Una vez hecha la reserva, un agente te llamar para ensearte el piso, y firmars el contrato. Si el departamento no est en las condiciones que has visto en las fotos, se te devolver el dinero de forma inmediata, deca el correo. Briggs envi el enlace de Airbnb para reservar el departamento. Ella se registr en la pgina y horas despus transfiri el dinero: US$900 (1 mes de alquiler y 1 mes de garanta). Luego recib una llamada, contest y me dijeron: Soy Christopher Briggs. Me salud de forma cordial y me indic que Airbnb se haba comunicado con l para indicarle que desde el 1 de mayo del 2016 toda propiedad alquilada por peruanos debe pagar dos meses de garanta. Briggs me pidi que depositara otros 450 dlares. Eso fue lo que me hizo dudar de l. Giuliana escribi a la pgina de Airbnb para que le devolvieran el dinero, pues ya no quera alquilarlo. La empresa le contest a Giuliana que ella nunca estuvo registrada en el portal. La pgina de Airbnb utilizada por Briggs haba sido una rplica de la original. Briggs nunca ms contest los correos. Mientras tanto, la empresa por la que transfiri el dinero an no accede a revelar la identidad ni los videos de quin recibi el giro de dinero.
Ms casos Tras la denuncia de Giuliana Dvila, El Comercio conoci otros casos similares. Aunque las vctimas no concretaron el pago, el patrn de estafa es el mismo. En la mayora de casos el anunciante vive en Reino Unido. Los telfonos que envan tienen el cdigo de este pas y contestan personas que se identifican con el mismo nombre de los correos y hablan ingls. Una fuente de la Divisin de Investigacin de Alta Tecnologa de la polica asegura que estos extranjeros actan en complicidad con peruanos. Tiene que haber alguien que pueda darles informacin de distritos, barrios y departamentos de aqu, dice el agente. En la mayora de casos, cuando los interesados aceptan las condiciones, los estafadores envan un e-mail suplantando la marca de la compaa Airbnb, con el logotipo plagiado y una orden de pago. Cabe indicar que esta empresa nunca solicita pagos por correo. Este clase de estafas tambin es utilizada en Espaa. Un informe del portal de noticias Voz Ppuli revela casos similares en Barcelona, Valencia, Bilbao y Sevilla, y los supuestos propietarios siempre son del Reino Unido.
Suplantan identidades Este Diario hall una de estas ofertas falsas de alquiler y lleg a hablar con el supuesto propietario por telfono a travs de un nmero del Reino Unido. Se haca llamar Alan Ross y ofreca alquilar un departamento por Internet en la cuadra 4 de la calle Prez Roca, en Barranco, a US$400 mensuales. Su discurso era similar. Tengo 49 aos y soy el propietario. En este momento estoy en Inglaterra. El precio mensual es de U$S400 e incluye servicios []. Despus de depositar el dinero, usted recibir las llaves. Si no est satisfecho con el apartamento recibir su dinero de vuelta, dice en un correo electrnico. Los indicios para sospechar de un fraude aparecieron con el paso de las horas. En uno de los correos, el sujeto envi una supuesta orden de pago de Airbnb con un extrao dominio de correo: @europe.com. En otro e-mail, este sujeto intent dar un paso ms en la relacin de confianza al incluir su pasaporte escaneado. Sin embargo, el documento que envi es un pasaporte adulterado digitalmente [ver recuadro]. Al telfono, este hombre colg al momento en que no pudo sostener su versin ni sustentar su identidad.
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