Uno de los nueve pasajeros de una combi que resultaron heridos luego que militares les dispararan contradijo las versiones oficiales de los hechos y relató que nunca recibieron una orden para detenerse de parte de los agentes que los perseguían.
En declaraciones a RPP, Ricardina Ochoa Ampuero contó que perdió dos dedos de una mano y que tiene una herida de bala en la rodilla.
“No recibimos ninguna orden de detenernos”, dijo antes de contar que el vehículo recién se detuvo cuando una bala desinfló una de las llantas.
“Los policías bajaron a los pasajeros heridos, y los tiraron al suelo, boca abajo. Así estuvieron de cinco a diez minutos”, siguió relatando Ricardina. Según su testimonio, cuando los agentes del comando conjunto atendían a los heridos, uno de ellos exclamó “¿Qué hemos hecho?”.
Hasta el momento se conoce que cuatro de los nueve heridos cuentan con heridas de gravedad. El resto permanecerá en observación durante las próximas 48 horas.