MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ (@martiacosta)

Nicolás Ayr y Sebastián Fernández han pasado a engrosar la estadística de personas víctimas de fraudes electrónicos. Ambos fueron el blanco de delincuentes informáticos que vaciaron sus cuentas bancarias y los dejaron sin un sol en el bolsillo.

En menos de una semana, a Ayr (Sporting Cristal) le sustrajeron $ 52 mil y a Fernández (Universitario de Deportes) $ 57 mil. Los futbolistas fueron víctimas de una nueva modalidad, conocida como “el fraude de la clave telefónica” y que es cada vez más frecuente en la ciudad.

En conversación con elcomercio.pe, el coronel Víctor Hugo Meza Gil, jefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología de la Divindat de la Dirincri, señaló que “los delincuentes actúan en tiempo récord realizando diversos movimiento hasta dejar en cero las cuentas”.

CÓMO FUNCIONA Los delincuentes obtuvieron la información financiera de los jugadores: números de cuenta y tarjeta y lo más importante en este caso, el número de celular vinculado a la cuenta. Para poder realizar una operación el banco envía un código mediante un mensaje de texto.

Con estos datos en su poder, los ladrones llamaron a la empresa de telefonía celular y cancelaron las líneas. “Luego sacan, generalmente en otra ciudad, un nuevo chip con el mismo número”, señaló el coronel Meza Gil.

Lo siguiente fue ingresar a la página web del banco y realizar las transacciones. Para verificar la operación, el banco envía un mensaje al celular de los jugadores. Los delincuentes al tener en su poder el chip, colocaron el código de confirmación y concretaron la transferencia.

DEPÓSITOS El jefe de la División de Investigación de Delitos informáticos dijo que el dinero se deposita generalmente a cuentas de terceros, quienes son captados por los delincuentes para abrir cuentas.

“Por esta operación los delincuentes suelen pagar entre 100 a 2.000 dólares a estas personas”. En el caso de Ayr, el dinero se depositó a una cuenta a nombre de Víctor Luis Zevallos Sánchez, quien dijo que recibió $ 1.500 por abrir la cuenta. El resto del dinero se lo llevan los delincuentes.

El coronel Meza señaló que los delincuentes aprovechan la noche la para realizar este tipo de estafas. De esa forma los usuarios no pueden cancelar su línea o comprar un nuevo chip en el momento.

SE LES DEVOLVIÓ EL DINERO Nicolás Ayr se dio cuenta del robo cuando intentó realizar una compra pero en el establecimiento le dijeron que no tenía el saldo suficiente. El caso de Fernández fue similar, quiso pagar su celular por internet y vio que su cuenta no tenía saldo.

Los casos fueron denunciados y tras una investigación, el banco reconoció el dinero que los jugadores perdieron.