Dos personas estaban trasladándose en un vehículo negro por las calles del antiguo Fundo Oquendo, en el Callao, cuando fueron interceptadas por varios sujetos armados, quienes abrieron fuego a matar en una zona de poca luz.

El chofer del carro, Martín Abel Velásquez Herrera, fue asesinado de un disparo en la cabeza, mientras que su compañero, Carlos Alfonso Najarro Valdivia, murió a pocos metros de distancia, cuando trataba de huir a pie de sus atacantes.

Según la policía, el crimen sería un ajuste de cuentas, ya que las víctimas serían miembros de “Los malditos de Castilla”, una de las bandas más conocidas del Callao. Los atacantes, al menos dos personas según testigos, dispararon más de diez veces.

Ambos cuerpos fueron trasladados a la morgue central de Lima.