No haber atendido una serie de once llamadas amedrentadoras por parte de presuntos extorsionadores, le costó a un empresario topográfico la detonación de un explosivo en su oficina de Ventanilla. Antes de atentar contra los bienes de Luis Farfán, esta madrugada, los maleantes telefonearon insistentemente para increparle que iban a matarlo junto con sus hijos.

“Me dijeron que los habían contratado para eso, pero no los dejé seguir hablando, corté el teléfono. Luego, mi hermana fue a avisarme que habían puesto una bomba en la oficina donde trabajo”, dijo Farfán.

La puerta de madera del local quedó prácticamente destrozada, así como las ventanas y abundante material topográfico valorizado en unos S/.180 mil. Según detalló, los supuestos hampones trataron de comunicarse con él entre la 1:43 a.m. y las 2:11 a.m.. Además que no tenía la menor sospecha de quien haya intentado atentar contra su vida.