La Federación Nacional de Taxistas y Colectivos (Fentac) catalogó el paquete de ordenanzas para la reforma del transporte en Lima, emitidas por la Municipalidad de Lima, como una venganza contra los miembros del citado sindicato que “apoyó abiertamente a la revocación de la alcaldesa Susana Villarán”.
A través de su secretario general, Hernán Mendieta, el gremio de transportistas se pronunció en contra de la medida que establece las transferencias de autorizaciones (para los vehículos que prestan servicio de movilidad escolar, por ejemplo) en un plazo máximo de cinco años.
“La posibilidad de transferir un documento valorado debería ser por tiempo indefinido. No por cinco años. Si a los cinco años quiero transferirlo no podría porque tengo que realizar una nueva gestión para que me puedan renovar la autorización”, refirió.
“La forma como la proponen, que es un beneficio, está muy lejos de la verdad. Verdad seria si nos dieran autorización por tiempo indefinido así podríamos realizar transferencias en cualquier momento y recuperar nuestra inversión también en cualquier momento”, agregó.
Sin embargo, el dirigente se mostró de acuerdo con la ordenanza que permite la reducción y exoneración de las multas así como que desde el 2014 los taxistas independientes coloquen una franja a cuadros en sus unidades para poder ser identificados por los usuarios.
“Pero eso no desmerece la inconstitucionalidad de la norma. La alcaldesa dice que es un acuerdo alcanzado en la mesa técnica con los taxistas pero eso es falso. No hubo consenso ni acuerdo para que se apruebe la norma”, denunció.