MARTÍN ACOSTA GONZÁLEZ @martiacosta
Le han dicho vicioso más de una vez, pero él rechaza el calificativo. “Todo pasa por ponerse límites y saber organizarse. Yo estudié Derecho, no juego mientras trabajo en el municipio”, aclara de arranque ante la mirada de sus tres compañeros de oficina que lo acompañan desde el 2009 y lo llaman, simplemente, “el buen chico”.
Tu historia es el sueño de muchos jóvenes: ganarse la vida jugando videojuegos. Los videojuegos me abrieron las puertas al mundo. Obtuve la visa Schengen jugando FIFA. He conocido Europa, Asia y muchos países de Latinoamérica gracias a esto. Me gustaría que mi historia inspire a la gente no por el hecho de jugar, sino por el lado de la perseverancia. De seguir un sueño pese a que el mundo piense que estás loco.
¿Cuántas horas al día te dedicas a jugar? Ahora entre tres y cuatro horas porque estoy en competencia. Me gusta entrenar y ponerle énfasis a los errores que cometo. Trato de jugar con mis amigos de mi ex equipo y también con los chicos de Europa. Estos últimos son los que tienen mejor nivel, de ellos aprendo y asimilo.
¿Cuánto es el máximo de tiempo que has pasado jugando? Alrededor de 20 horas seguidas. Estaba en competencia para un clasificatorio en Dubái y pasé toda una semana a ese ritmo.
¿Sientes la necesidad de jugar todos los días? He llegado a pasar dos o tres días sin jugar. No sé si tengo la necesidad de hacerlo, pero eso me ayuda a desestresarme.
¿Cuál es el límite entre la adicción y el hobby? Depende de uno. En mi caso se convirtió en una segunda carrera porque soy una persona organizada. Yo estudié Derecho y a la par hice la carrera de gamer profesional. Afortunadamente tuve el apoyo de mis padres. Con esto no hago una apología de los videojuegos. Hay muchos jóvenes que solo se dedican a jugar pero lo principal siempre es el estudio.
¿Qué opina tu familia de esta profesión paralela? Al comienzo, como a toda la sociedad peruana, no le gustó mucho. Pero tengo la fortuna de que mis padres son psicólogos. Ellos me ayudaron y me orientaron a darle equilibrio a mis dos carreras.
¿Cuándo tomaste en serio el tema de los videojuegos? Desde mi primer viaje en el 2008 a Alemania. Fui como amateur, pensé que tenía un buen nivel y que iba a ganar, pero me topé con una realidad muy diferente. Tras mi eliminación me propuse mejorar y campeonar alguna vez.
¿Es una actividad rentable? En el Perú no tanto porque no cuentas con el apoyo suficiente de empresas. Eso ha mejorado desde el 2008. Ahora me auspician la Marca Perú, la Municipalidad de Magdalena y Samsung. En realidad auguro un buen futuro. Dentro de 4 o 5 años las empresas van a ver que esto es una carrera en la que se puede confiar. Cuando jugaba con mi equipo me pagan algo de 400 dólares, pero decidí abrir mi propio camino. He ganado cuatro títulos en mi carrera. Cuando participas en uno grande como este World Cyber Games, puedes ganar hasta 20 mil dólares . También hay páginas web en donde juegas con otras personas y ganas según el dinero apostado.
¿En qué nivel está el Perú? Actualmente creo que solo somos tres los jugadores profesionales. Sin embargo, la comunidad es grande. Más de cinco mil personas. Hay muchos jóvenes que toman esto en serio pero nos falta roce internacional. Una cosa es jugar en casa u online y otra muy diferente con público y expuesto a la presión de la gente.
¿Cómo te ves en 10 años? ¿Aún jugando o abocado a la carrera de Derecho? Este año ha marcado las pautas de mi futuro. Quiero abocarme más a mi carrera y tomar los videojuegos como un hobby. Quizá este va a ser mi último torneo internacional y quiero irme como campeón. Hace cuatro años intento retirarme, pero no puedo porque termino ganando y luego debo ir al mundial.
¿Para ti qué es lo peor de los videojuegos? No me gusta que les pongan la etiqueta de un vicio. Espero que con mi ejemplo los padres vean que además de estudiar, sus hijos pueden jugar y ser buenos en las dos cosas. Hay gente que dice muchas cosas sobre los videojuegos: “Que te vas a volver loco, ciego o un vicioso” y eso no es así.
ANDRÉ GUTIÉRREZ Gamer profesional. Tengo 24 años, estudié Derecho y trabajo como asistente legal en la Municipalidad de Magdalena. Actualmente soy uno de los ocho mejores jugadores del mundo de FIFA (el videojuego de fútbol más famoso junto a Pro Evolution Soccer) y hexacampeón nacional. Tengo un hermano de 17 años al que entreno para que siga mis pasos. Mi mayor virtud es la perseverancia y mi peor defecto la intolerancia a la derrota. Todos los partidos se graban y cuando pierdo los veo tres o cuatro veces para saber en qué fallé. Soy hincha de la ‘U’ y en el mundo de los videojuegos me conocen como ‘Andrucas’. Siempre, siempre juego con el Real Madrid.