LOURDES FERNÁNDEZ CALVO

El cielo limeño se cubrió en la mañana de ayer de una gran nube negra que pudo ser observada desde diferentes distritos. La humareda, producida por el incendio de una empresa importadora de motocicletas, afectará nuestra atmósfera por al menos cuatro días más.

Ese es el tiempo que la Dirección de Calidad del Aire del Ministerio del Ambiente ha estimado para que los gases tóxicos se despejen del cielo limeño.

El fuego se produjo a las 9:40 a.m. en un taller dedicado a la venta, reparación y almacenaje de motocicletas y repuestos que ardió por más de 12 horas.

Trece personas, entre bomberos y trabajadores de la empresa, resultaron heridas y asfixiadas por los gases.

La emergencia ocurrió en la cuadra 22 de la Av. Arriola, en La Victoria, cerca del Mercado Mayorista de Frutas. Sin embargo, varios distritos de Lima pudieron observar hasta pasadas las 5 p.m. la gran nube tóxica.

Esta estaba compuesta por gases y partículas como el dióxido de azufre, dióxido de carbono y otros elementos químicos.

El Minam también indicó que estos componentes son cancerígenos, se transportan en el aire e irritan los ojos y las vías respiratorias de las personas que los inhalan.

Elmer Quichiz, funcionario de Digesa, alertó que las personas más sensibles a estos tóxicos son los asmáticos y quienes sufren problemas pulmonares. El riesgo es mayor para las personas que están expuestas directamente al humo.

El viceministro de Gestión Ambiental, Mariano Castro Sánchez-Moreno, mostró su preocupación por la humareda y calculó que esta puede afectar, además de La Victoria, a El Agustino y el Rímac (en esa dirección se trasladan los gases contaminantes con el viento).

El viceministro calificó al siniestro como “uno de los eventos con mayor efecto contaminantes del año en la capital”.

Para tener una idea de cuánto padeció la atmósfera de la capital debido al incendio, el Minam informó que una sola llanta, que tarda en quemarse unos 20 minutos, contamina lo mismo que un auto prendido durante 24 horas.

Sin embargo, es difícil hacer el cálculo de la verdadera magnitud porque se desconoce la cantidad exacta de llantas que se almacenaban en el taller siniestrado.

EL ORIGEN DEL FUEGO El incendio se originó cuando una chispa provocada por un cortocircuito cayó sobre una de las llantas que estaban almacenadas en el piso tres de la empresa Tecnimotors E.I. R.L. El inmueble tenía cinco pisos. “Escuchamos una explosión, nos asustamos y bajamos al primer piso”, contó César García, trabajador de la empresa.

Minutos después, una segunda explosión hizo que el fuego llegara hasta el último piso del edificio, donde había tanques de acetileno.

Debido a la movilización de hasta 60 unidades de bomberos, el tránsito tuvo que ser restringido desde el óvalo Arriola hasta el Mercado de Frutas, lo que ocasionó congestión.

El bombero Diego Robles sufrió una contusión en la rodilla izquierda y fue trasladado al hospital Rebagliati.

El vicecomandante Jorge Vera dijo que las llamas tardaron en apagarse por los químicos y las llantas. Una pared lateral del edificio colapsó debido a que el calor debilitó las columnas. Defensa Civil declaró al inmueble como inhabitable.

Unos 20 locales cerraron y unas mil personas evacuaron la zona por seguridad. Entre el alboroto, algunos ladronzuelos intentaron robar motos del local, pero fueron impedidos.

Con reportes de Lucía Barja Marquina, Fernando Gonzáles-Olaechea y Luis García Panta