La huaca Mateo Salado, situada en el Cercado de Lima, ha dejado de ser un refugio para personas de mal vivir. El Ministerio de Cultura presentó el viernes, por la noche, el resultado de la rehabilitación de gran parte de ese sitio arqueológico.
Mario Huerta, secretario general del ministerio, indicó que su sector ha invertido más de S/.7 millones en la revalorización de la huaca, otrora centro urbano de la cultura Ichma y uno de los 366 complejos arqueológicos que hay en Lima.
“Diecisiete de las 20 hectáreas del complejo han sido recuperadas con un trabajo coordinado con los vecinos y la policía”, dijo el director del proyecto, Pedro Espinoza Pajuelo.
La pirámide mayor, que era un templo; y la pirámide B, usada como palacio por los antiguos limeños, se muestran hoy majestuosas.
El proyecto se ejecuta desde el 2007 y busca recuperar el valor histórico y arquitectónico de la huaca, así como fomentar un vínculo con los vecinos.
UN POCO DE HISTORIA El inmigrante francés Matheus Salade vivió en el siglo XVI en la huaca que lleva su nombre peruanizado. Lo hizo como un ermitaño.
La Santa Inquisición lo apresó en 1571 y lo condenó a morir en la hoguera en 1573, en la que fue una de las primeras ejecuciones en la Plaza de Armas de Lima.
Su historia es contada en relatos de Ricardo Palma y Toribio Medina.