JORGE PAJARES

Existen muchas causas de la evidente erosión costera de Máncora: los hoteles han construido muy cerca del mar, el nivel del agua está incrementándose por el calentamiento global, la desaparición de las dunas ha modificado los vientos. Sin embargo, tanto las autoridades como los residentes del turístico balneario piurano coinciden en que ha llegado el momento de decidir qué acciones tomar para enfrentar esto.

Ante esta situación, que ha sido analizada en varias mesas de trabajo multisectoriales convocadas por la sociedad civil de Máncora, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) ha recomendado a las autoridades locales de Máncora que la declaren en emergencia ambiental, para que el Gobierno Central pueda hacerse cargo directamente de la erosión de la costa.

En la parte norte del distrito de Máncora, la playa se ha reducido drásticamente y muchas estructuras hoteleras –incluido un desconcertante malecón turístico, construido por el Plan Copesco y ubicado a escasos metros del mar– están seriamente afectadas. Según información de la Gerencia de Recursos Naturales del Gobierno Regional de Piura, en la última década se han perdido hasta 60 metros de playa.

El director de la Macrorregión Norte del Indeci, Hipólito Cruchaga, señaló que su entidad ha emitido un oficio a la Municipalidad Distrital de Máncora y al Gobierno Regional de Piura para que evalúen solicitar al Ejecutivo la declaración de emergencia por erosión de las playas. Si la respuesta es afirmativa, el Indeci podría canalizar rápido presupuesto para realizar los estudios técnicos que determinen la forma más eficaz y económica de combatir la erosión y la pérdida de arena de la playa.

RESPUESTA QUE DEMORARÁ Fuentes del municipio de Máncora informaron que se está evaluando la propuesta y que darán una respuesta el próximo mes. La decisión será tomada en consenso con la población local, pues Máncora es un distrito que vive del turismo y una eventual declaración de emergencia podría traer consecuencias negativas.

“Es una decisión difícil pero algo se tiene que hacer. Sin playas tampoco va a haber turismo”, afirma Cruchaga.

Una de las opciones que se maneja contra la erosión es la colocación de un drenaje vertical de la playa con módulos ecualizadores de presión. Este método se ha aplicado en Huanchaco, La Libertad. Los surfistas de Máncora apoyan la realización de este proyecto pues no afectaría las olas.

Asimismo, la Marina de Guerra ha señalado que de aprobarse la declaración de emergencia tendría que evaluarse la reubicación de algunos hoteles que invaden las playas.