Fueron encontrados unos ocho cadáveres de madereros que, según denuncias hechas ante las autoridades de Ayacucho y Satipo, fueron asesinados por nativos en la comunidad de Tsomaveni, distrito de San Martín de Pangoa, en Junín.
Según Canal N, la información fue dada por el padre de una de las personas que se encontraban desaparecidas, Enmanuel Velásquez Paredes.
Los cadáveres tienen impactos de escopeta y se está a la espera de un representante del Ministerio Público.
JEFE ASHÁNINKA NIEGA MATANZA Mario Flores Chirisente, presidente de la unión indígena de las comunidades nativas de Pangoa, Satipo, desmintió que los autores sean miembros de la comunidad.
Flores Chirisente afirmó a El Comercio que la zona donde ocurrieron los hechos queda bastante lejos y que el lugar es un sector de intensa actividad del narcotráfico y sembríos de coca.
“Posiblemente se produjo algún conflicto con los que llegaron a ocupar tierras”, dijo. Fuentes militares señalaron que en el lugar incluso habría una pista de aterrizaje clandestina.