Una operación realizada por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en las inmediaciones de la base contraterrorista de Mazángaro, en el distrito de Pangoa, provincia de Satipo, Junín, dejó un saldo de un poblador muerto y otros cuatro heridos.
La intervención se llevó a cabo cuando esta base tuvo conocimiento de una presunta colocación de explosivos en los caminos que llevan a los puestos de vigilancia de parte de Sendero Luminoso.
“A fin de contrarrestar esta acción, personal especializado de las Fuerzas Armadas realizó una operación aérea disuasiva para neutralizar dicha amenaza”, señaló el Comando Conjunto a través de un comunicado oficial.
CIVILES HERIDOS Producto del ataque, cinco pobladores de la comunidad de Santa Anita, a ocho kilómetros de la base contrasubversiva, resultaron heridos. Ellos fueron identificados como Gabino Toscano Curo, Paulino Huamán Vilcapoma, Joel Montes Pérez, José Paraguay Sánchez y Praxidis Oscco Palomino.
“Personal de la base brindó los primeros auxilios de los heridos, quienes fueron evacuados al puesto de comando del CE-VRAE ubicado en Pichari”, informaron. De ahí, Paulino Huamán, por la gravedad de las heridas, fue llevado en helicóptero a la ciudad de Ayacucho, pero falleció en el trayecto.
LOS CUESTIONAMIENTOS El Comando Conjunto confirmó que la operación está bajo las investigaciones pertinentes “para determinar las responsabilidades del caso” y que “se continuará informando” sobre la misma. Para el especialista en temas de narcotráfico, Pedro Yaranga, lo ocurrido tiene visos de ser una acción militar llena de irregularidades.
“Tenían información de que fuerzas terroristas habían minado los caminos hacia la base militar y por eso intervinieron, pero si fuera así ya se hubiera reportado que esta mañana se llevó a cabo un desminado de la zona () No está dentro de ningún plan de operaciones lo que pasó”, dijo a elcomercio.pe.
Yaranga, quien detalló que el ataque ocurrió el miércoles 16 de octubre alrededor de las 5:00 p.m., comentó que dentro de las Fuerzas Armadas y la Policía se dio la orden de no dar información alguna sobre el caso.
“Los pobladores de Santa Anita dicen que recibieron entre 5 a 7 ‘rocketeos’ (disparos de misiles), lo cual es raro. Es una zona peligrosa, pero debería haber sobrevolado el helicóptero o se debería haber movilizado a la base de Unión Mantaro junto a Mazángaro por tierra para ver si había algún desplazamiento terrorista”, añadió Yaranga.