Mañana será un nuevo día clave en el largo proceso por el asesinato de la empresaria Myriam Fefer en agosto del 2006. En el caso de Liliana Castro Mannarelli, el titular de la Primera Fiscalía Suprema en lo Penal, Pedro Chávarry Vallejos, ha pedido un nuevo juicio oral para determinar su presunta complicidad en el crimen por el que Eva Bracamonte, hija de la víctima, purga una condena de 30 años de prisión.

A un día de la trascendental audiencia, Castro Mannarelli confesó sentirse bastante nerviosa, ansiosa y con miedo respecto a lo que pueda pasar, por lo que pidió a los magistrados de la Corte Suprema que actúen con imparcialidad.

“Tengo fe y confío en que los magistrados van a estar muy atentos y van a ir leyendo un expediente sin ningún prejuicio”, comentó.

También se expresó muy acongojada al decir que, pese a que fue absuelta en primera instancia y salió de prisión en octubre pasado, aún no puede rehacer completamente su vida y se siente señalada en las calles.

“Para mí, mañana puede ser el inicio de por fin poder reconstruir mi vida”, refirió.

ARIEL CONFÍA EN RATIFICACIÓN DE SENTENCIA Desde Estados Unidos, Ariel Bracamonte indicó a “Perú 21” que confía en que la Corte Suprema ratifique la pena contra su hermana Eva y ordene un nuevo juicio contra Liliana, pues consideró que existen “pruebas contundentes” que incriminan a ambas.

El joven también se refirió a una supuesta carta enviada por el sicario Alejandro Trujillo Ospina al programa “Día D”, en la que acusa a Ariel de haberle dados las llaves de la casa para que mate a Fefer, y a unos correos electrónicos que lo comprometerían.

Solo les restó importancia. “Están desesperados por sacar a mi hermana de prisión. Eva no es una santa. No le bastó con acabar con la vida de mi madre; ahora quiere destruir la mía”, dijo.

Castro Mannarelli se mostró sorprendida por estas declaraciones. “Parece que sintiera lo que Eva va sintiendo. A lo largo de estos casi cuatro años que él ha salido mediáticamente a acusarnos, ha hecho exactamente lo mismo que ahora dice sentir. Nadie quiere destruirle la vida, nunca nadie lo ha acusado de nada”, replicó. Posteriormente, Liliana se quebró, rompió en llanto y no pudo continuar con la entrevista en el programa “Abre los ojos”.