Aseguraba que estaba desesperada, que no quería a sus hijos y que quería matarse, pero su intento por acabar con todos sus problemas llevó a que Dina Mendoza Taipe, madre de cuatro niños, envenenara a dos de sus pequeños e intentara suicidarse en Ventanilla.
La desnaturalizada madre les dio chicha mezclada con un poderoso veneno a sus hijos de 3 y 1 años antes de consumir ella también el fatal brebaje, pero los tres fueron salvados gracias al lavado gástrico que les aplicaron en la posta médica.
Su hija mayor de 9 años se salvó del envenenamiento porque estaba en casa de una tía, mientras que su otro hijo de 5 no tomó la chicha porque percibió el fuerte olor a veneno.
Los agentes de la Dirincri de Ventanilla detuvieron a la señora a la salida de la posta, mientras que los niños pasarán a custodia de su abuela. El Ministerio de la Mujer se ha comprometido a brindarle apoyo a la familia por sus bajos recursos.