ENRIQUE VERA (@kiquevera) Redacción online

El sistema que en la mitad de los años 90 surgiera como respirador artificial para cientos de miles de policías con sueldos congelados ha sido a la larga el embrión devastador del orden y la seguridad. El poco patrullaje en calle y la consecuente criminalidad sin cuartel colocó al Perú en el tercer lugar dentro de la calificación de inseguridad según la última encuesta de percepciones Latinobarómetro realizada en 18 países de América Latina.

De los más de 109 mil policías a nivel nacional, 86 mil están adscritos al 24 24, es decir, trabajan un día y otro descansan. El denominado día de franco incluye a casi 35 mil agentes que laboran en 1.397 comisarías del país y a unos 51 mil que son parte de otras unidades (Oficinas de las Unidades Especializadas, Sanidad y áreas Administrativas), según cifras del Ministerio del Interior.

Miembros de las Unidades Especializadas que no están en oficina (Dirincri, Dinandro, USE o División de Carreteras, etc.) trabajan de lunes a viernes y los fines de semana a veces siguen investigaciones hasta en doble turno. En suma, exceden a 21 mil los que no forman parte de la modalidad también conocida como 11.

La reingeniería policial que el primer ministro, César Villanueva, desagregó en cuatro ejes desde su nombramiento –terminar con la modalidad del 24 24 para el 2016, contar con 30 mil policías más hacia el 2015, recuperar agentes en funciones administrativas para el patrullaje y planes coordinados de seguridad entre los municipios y la PNP- habría tenido ayer su punto de despegue con la resolución del Ministerio del Interior para suprimir de una vez el día de franco. Una comisión de ese sector debe tener lista en un mes la forma para que ello ocurra así como su correspondiente viabilidad normativa y económica. El primer mes del 2014 todo ello debe implementarse.

El legislador y ex ministro del Interior, Octavio Salazar, indicó a elcomercio.pe que la medida permitiría recuperar unos 31 mil hombres para el patrullaje a pie y otros 40 mil que podrían desplazarse por las calles en motos y patrulleros. Además para nutrir la Policía Montada, anti manifestaciones y las unidades dedicadas a tareas de prevención.

“Por ahí se tiene que empezar. Conseguiríamos efectivos policiales en número completo y eso va a coadyuvar a que de nuevo la institución recobre su personalidad perdida por la situación económica de años pasados. Volvería el servicio en tres o cuatro turnos, es decir, el franco, retén, el de apoyo y el de servicio. Personal para cubrir casos de emergencia, personal para colocar en puntos de horas críticas porque no hay policías para la labor preventiva”, señaló a elcomercio.pe.

Pero todo hace indicar que asoma un proceso gradual y lento pues el jefe del Gabinete ya afirmó que el fin del sistema en cuestión será el 2016. En esa línea, Salazar criticó que siendo urgente el problema de la seguridad no haya un corte de raíz ni perspectiva de invertir en orden interno para soluciones rápidas y, por el contrario, “se destina gran cantidad de dinero a programas sociales cuyo mayor porcentaje recae en funcionarios corruptos”.

Eduardo Pérez Rocha, general y ex director de la Policía, también rechazó que la medida pueda rendir frutos todavía en más de dos años cuando los niveles de criminalidad van en un ascenso alarmante. En diálogo con elcomercio.pe, Pérez Rocha remarcó que la ley de la Policía, de diciembre del 2012 y cuyo propósito era una reforma completa de la institución, consigna que un efectivo de civil o uniformado está en servicio las 24 horas. Sin embargo, mientras siga en marcha el 11 “eso no se cumplirá”. “Si está anunciando que la modalidad del 24 24 recién será eliminada el 2016, entonces antes de ello esto de la seguridad ciudadana no va a funcionar. Tú le pides ayuda a un agente que cuida un chifa o casino ante cualquier robo y te mandará a la comisaría porque dirá que ese es su día de franco”.

PRESUPUESTO DE S/.1.100 MILLONES COMO MÍNIMO Entre el 2011 y el 2012 el entonces ministro del Interior, Óscar Valdés, intentó una primera solución sobre este sistema y se creó un presupuesto especial para comprar el día de franco a los policías de los sitios donde había más delincuencia: Piura, Chiclayo, Trujillo, Callao y en Lima, Comas. Después se amplió a Arequipa y Tacna. Sin embargo, en un año se eliminó y otra vez los mayores lugares de delincuencia fueron esos. Solo duró un año. “Este año se dijo con bombos y platillos que se iba a comprar el servicio de franco en Lima y Callao de unos 3000 policías o algo así y la verdad es que no se ha inscrito ni el 20% porque no les interesa. El tema estriba en ordenar la supresión de eso por lo menos en el personal que cumple labores de patrullaje, lo cual no representa mucha plata” sostuvo el ex director institucional.

Según estimó, sin tomar en cuenta al personal de las Unidades Especializadas que no está adscrito al 24 24, el presupuesto necesario para la compra del día de franco oscilaría entre unos S/.1.100 millones y S/.1.200 millones anualmente. Este es el resultado de S/.1.500 soles de aumento por policía de comisaría y que realiza servicio de patrullaje. “La Policía paga por día S/.72 y el dueño de un chifa, por ejemplo, les paga 100. Sacando S/.100 más por los 15 días de franco al mes, el resultado es de S/.1.500. Y en suma S/.1.200 millones no es nada para el Estado”, puntualizó el general en retiro.

El miércoles último el ministro del Interior, Walter Albán, indicó que el presupuesto del sector que encabeza aumentará en 32% con respecto a los 5’267,729.295 del 2013. Con ello el Mininter alcanzará los S/. 6.953 millones, S/1.684 millones adicionales en relación con el presente año.

Albán no precisó que de ahí salga una partida para la compra del día de franco. Principalmente, refirió que el monto será destinado al aumento de las remuneraciones policiales, “a garantizar los recursos para financiar los patrullajes de la Policía en todo el país y para la presencia de la institución en las zonas de conflicto”. Además, que S/.146 millones serán para la ejecución de 29 proyectos de inversión pública para mejorar los servicios de seguridad ciudadana.

El parlamentario Octavio Salazar comentó a este portal que si bien parte de este nuevo presupuesto podría invertirse en el fin del 24 24, la solución va por ese lado. “No soy partidario de eso. Para qué se va a comprar el día de franco, esa no es la solución de fondo. Si ahora de capitanes para abajo aumentamos el sueldo a todo ese personal sin que sigan en el proceso de los cinco tramos de homologación lo que sería casi doblarles el sueldo te aseguro que se soluciona el problema. Son quienes están en el campo en la parte netamente operativa”.

LA ALARMANTE INSUFICIENCIA La bajísima proporción de policía operativo por habitantes, sobre todo en Lima y Callao, es otra señal clara de lo perniciosa que es la modalidad en cuestión. Son 10 millones de habitantes que tienen la capital y la provincia constitucional. Una operación simple entre la cantidad de agentes dedicados a labor de patrullaje arroja que por mil personas hay un efectivo, cuando lo óptimo y recomendable es un policía por cada 250 pobladores.

La situación es alarmante en distritos como Ate Vitarte (1 policía por cada 2.588 habitantes), Santa Anita (1 policía por cada 2.512 habitantes), San Martín de Porres (1 policía por cada 2.042 habitantes), Ventanilla (1 policía por cada 1.611 habitantes) y San Juan de Miraflores (1 policía por cada 1.574 habitantes).

El titular de la Comisión de Seguridad del Congreso de la República, Fernando Andrade, informó a elcomercio.pe que las 1.397 comisarías están mal distribuidas a nivel nacional de acuerdo con el distrito al que pertenecen. Citó por ejemplo que en San Martín de Porres hay cinco y Miraflores tiene dos cuando hay otras jurisdicciones que no tienen ni una. “Somos más de 1.800 municipios, hay 1.400 comisarías, y no son una para cada comuna. Ahí nomás te das cuenta también que no hay efectivos y la pregunta siempre es ¿De dónde saco gente?”.

Hay un clamor de la población que Andrade cree finalmente atendido. Al paso de ministros y primeros ministros, asegura, el tema no se trató con la importancia que merecía. Y ello es prioritario, urgente, necesario, casi de vida o muerte.