El megaproyecto vial que unirá La Molina y Miraflores, en viajes de 20 minutos como máximo, empezará a ser ejecutado dentro de unos ocho meses, luego de que quedaran zanjados los desencuentros entre los municipios de dos de los distritos por donde pasará la obra (La Molina y Surco) y que lo mantenían paralizado hace años.

La construcción comenzará desde la avenida Raúl Ferrero a la altura de Molina Plaza e irá hasta la Vía Expresa, en el límite de Miraflores con Surquillo. Según detalló el alcalde de La Molina, Juan Carlos Zurek, será una vía que pasará debajo del cerro Centinela hasta llegar a Surco, desde donde continuará siempre de manera subterránea.

Zurek indicó que se trata de un proyecto presentado por una empresa privada a la Municipalidad de Lima. Este documento, explicó, concilia las posiciones que anteriormente enfrentaban a los mencionados distritos.

“Siempre hemos tenido desencuentros porque un anterior planeamiento perjudicaba a los vecinos de Los Álamos de Monterrico. Se pretendía salir por ahí pero ya no, esa es una idea obsoleta”, refirió.

La extensión total de la nueva vía es de 10 kilómetros, incluido 1,5 kilómetro del túnel que pasa debajo del cerro Centinela. Tendrá dos carriles por sentido y permitirá que se maneje a una velocidad de 40 kilómetros por hora.

La obra demandará una inversión de 450 millones de dólares que serán financiados por la inversión privada y cuya recuperación será mediante el cobro de peajes.

La buena pro a la empresa ejecutora debe ser entregada dentro de ocho meses. El final de la construcción se ha estimado para dentro de 3 o 4 años.

“En Surco, vamos a tener tres pasos a desnivel sobre esta nueva vía subterránea, una en Nicolás Rodrigo, otra en La Encalada y otro en la avenida Velasco Astete”, afirmó Roberto Gómez, burgomaestre de Surco.

En la presentación de esta moderna infraestructura, participó la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, junto con Zurek y Gómez, así como los alcaldes de San Borja, Marco Álvarez, y de Surquillo, José Huamaní.