Un niño de 12 años se encuentra en Lima a la espera de ayuda. El menor tiene muy afectada la pierna derecha desde setiembre del 2010, cuando pisó una mina antipersonal en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Su drama más reciente es haber sido abandonado en enero por el médico que lo trajo a la capital, quien además solo le dejó tres soles.
“Me agarró la trampera cuando estuve en el monte”, comentó el pequeño, que además de tener el hueso de la pierna derecha deformado, presenta plomo alojado en la extremidad izquierda.
El accidente ocurrió en setiembre del 2010, cuando pisó el explosivo mientras jugaba con su prima. Él vivía en el caserío Remolino, en Satipo, Junín. Posteriormente, lo llevaron a una posta en Cusco, lo operaron en Ayacucho y fue traído a Lima.
Según dijo al noticiero “Primera edición”, el médico que lo trajo se llama Juan Ramírez Vilca. “El doctor se habrá cansado, de ahí se ha ido”, refirió.
Pero como en las historias que van cosechando un final feliz, el menor encontró en su camino a un hombre identificado como Román Domínguez, quien se ha convertido en su ángel guardián. Este se conmovió con el caso y ha cobijado al pequeño en su vivienda. Lo llevó al Hospital del Niño, pero no pudo lograr que lo atendieran.
“Lo que me reportó el encargado del SIS es que del Hospital del Niño no toman interés. Ellos también se quejan, es la negligencia del Hospital del Niño”, señaló Domínguez.
ESSALUD GESTIONA AYUDA Enterada del caso esta mañana, la presidenta ejecutiva de Essalud, Virginia Baffigo, informó que su institución gestionará la afiliación del menor al Seguro Integral de Salud (SIS) y con eso empezar el camino hacia su recuperación a través del Ministerio de Salud. Añadió que una asistenta social acompañará al niño hasta dejarlo en buenas manos.
El niño espera cumplir su sueño: volver a caminar sin dificultad y seguir estudiando. Se quedó en sexto grado de primaria.