:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/PTKZXO5XMJCXFP3I667V4IQGPI.jpg)
La justicia todavía tardará unos meses en llegar para Aidé Taco Vilcahuamán, la madre del pequeño de cuatro años que fue degollado por su propio padre, el policía Lolo Romero Vera (35), ya que el filicida irá a prisión pero solo de manera preventiva mientras duran las investigaciones.
Así lo determinó el juez Milton Huallta Macedo, del Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria, en el distrito de de Selva Alegre, en Arequipa. Se estima que los primeros siete meses sirvan para alimentar la investigación, mientras que los últimos dos serán para ver las audiencias.
Según informó Yvonne Leiva, periodista de El Comercio en la zona, tras esta decisión solo queda esperar que sea trasladado hacia el penal de Socabaya, donde permanecerá mientras avanza el caso que podría llevarlo a tener una condena de 25 años por filicidio con alevosía y ferocidad.
LA FAMILIA DE LUTO Aidé presenció la audiencia en la sala N°8 aferrada a un peluche de su fallecido hijo. Tras escuchar la decisión del juez, no puedo evitar exigir que se le condene a cadena perpetua inmediatamente, lo que estaba fuera de la competencia del juez.
Una representante del Centro de Emergencia de la Mujer en Arequipa aseguró que la mujer recibirá apoyo psicológico durante seis meses, ya que el shock podría llevarla al suicidio.
Mientras tanto, el municipio de Selva Alegre se encarga de subvencionar el sepelio del niño y su entierro en el cementerio del distrito.