LUIS SILVA NOLE
Nunca está quieto. Dice que, si se queda en casa viendo televisión, se va directo al cementerio. Arturo Benjamín Soriano Bernardini, de 77 años, topógrafo, escalador de montaña, padre y abuelo, es un hombre de retos.
Cuando era niño y no podía caminar debido a un mal que afectó sus miembros inferiores, miraba los nevados de la Cordillera Blanca, desde su pueblo natal de Caraz, en Áncash, y se propuso un día llegar hasta lo más alto.
Inspirado por su abuelo materno, un inmigrante italiano que escaló los Alpes, se recuperó y lo logró: no solo coronó el Huascarán de joven; hoy es el orgulloso padre de Melissa Soriano Horny, la ingeniera peruana que trabaja en la NASA y que recibió en agosto del año pasado las comunicaciones que enviaba el vehículo robótico no tripulado Mars Science Laboratory (MSL), conocido como Curiosity, desde Marte a la Tierra.
“Mi hija Melissa continúa con lo que me apasiona: llegar hasta las alturas. Yo lo hice en los nevados, ella en el espacio”, dice Arturo, quien tiene otros tres hijos y cinco nietos.
“En el Perú hay mucha gente que puede llegar lejos. En mi caso, traté siempre que Melissa y mis demás hijos aprendieran bien todo lo que tuvieran que estudiar. Ella destacó en las matemáticas y ahora vemos las consecuencias”, manifiesta.
Con su esposa Amelia Horny Morales –huaracina fallecida en 1995– emigraron a Estados Unidos. Melissa nació en Virginia, en 1981. “Con mi señora tratamos de aprovechar las condiciones para las matemáticas que tenía Melissa, y la empresa de fabricación de computadoras Intel la becó y costeó sus estudios secundarios y superiores en el Instituto de Tecnología de California”, evoca.
En 1952, Arturo fundó el Club de Andinismo Cordillera Blanca y un año después tomó parte en la primera expedición peruana al Huascarán. En 1962 fundó el Club Andino Peruano, también de andinismo. Incluso El Comercio auspició algunos de sus ascensos.
“A los hijos hay que darles mucho cariño y confianza. Así avanzan en la vida. No funciona ser policía de ellos. Con mi esposa nos entendíamos y teníamos esa política. Ahora con los nietos, entre los engreimientos, también los educo con ejemplos”, subraya Arturo. Recuerda que Melissa, luego de trabajar un año en Intel, labora en la NASA desde el 2003.
DE VUELTA A ÁNCASH Arturo y su hija viven en Estados Unidos, él en Virginia y ella en California. Ahora están de visita en el Perú. Hoy, en Huaraz, participarán en los festejos, con el Club Andino Peruano, por el aniversario 50 de la exitosa expedición Huascarán Norte que él comandó en 1963.
“Recomiendo a los adultos mayores que nunca se jubilen. Yo, por ejemplo, estoy jubilado legalmente, pero me siguen llamando para trabajos de topografía y salgo con mis equipos al campo. Sigo activo”, recalca.