Calles, parques, estacionamientos y diversos campos abiertos de Moquegua, Puno e Ica, principalmente, fueron tomados por grupos de aterrados pobladores apenas se registró el sismo de 6,9 grados Richter ocurrido hoy a las 11:42 a.m. Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el epicentro se ubicó a 78 kilómetros al sur de Lomas, en Arequipa.
En Ica gran cantidad de trabajadores, funcionarios municipales y escolares se concentraron en la Plaza de Armas de esa ciudad y no se dispersaron hasta que transcurrieron al menos 20 minutos del movimiento. El colaborador del diario El Comercio en Cañete, Santiago Cubillas, informó que debido a la multitud despavorida de oficinistas del Ministerio Público, Sunarp y otras instituciones, que salió a las calles, el tránsito quedó interrumpido varios minutos. En varias instituciones educativas de inicial y primaria, en Palpa y Pisco, se ordenó la suspensión de clases para que los alumnos retornen a sus domicilios.
“Varias madres llegaron al colegio preocupadas por sus hijos. Las secuelas del terremoto persisten y nunca nos vamos a olvidar. Las madres viven tensas cuando hay algún sismo e inmediatamente vienen a ver a los niños. Este es un lugar sísmico y hay que tomar las precauciones”, declaró Rosario Hernández, directora del centro educativo Santísima Virgen Inmaculada Concepción del distrito de San Andrés, Pisco.
Asimismo, personas que estaban en centros comerciales y mercados de Moquegua también salieron en estampida y se agruparon en las avenidas. Según informó el corresponsal de RPP en la zona, fueron 50 segundos del movimiento que los habitantes relacionaron con las recientes explosiones del volcán Ubinas.
La misma situación de alarma se vivió en Huamanga y Huancavelica, desde donde se reportó a este portal que las paredes de varias casas quedaron con rajaduras. La señal de telefonía y radio también quedó interrumpida ahí varios minutos.