Culminó la controversial subasta de arte precolombino de la colección Barbier-Mueller que llevó a cabo la casa francesa Sotheby’s, la cual obtuvo finalmente 10,3 millones de euros (13,3 millones de dólares).

Se trató de tres sesiones de ventas, dos el viernes y una el sábado, en donde 147 lotes, de 313 puestos a la venta, encontraron comprador. Sin embargo, la suma ganada es menor a la estimada por la casa, 13 millones de euros.

Aunque es inferior a nuestras estimaciones, este resultado es muy positivo en el contexto particular que rodea a esta venta. Hace justicia a la extraordinaria calidad de esta colección, destacó en un comunicado Guillaume Cerutti, presidente de Sothebys Francia, según dio cuenta la AFP.

Las piezas provienen de México, América Central y América del Sur. Justamente, los gobiernos peruano y mexicano habían pedido la anulación de la subasta.

En el caso de Perú, el Ministerio de Cultura señaló que en la casa Sotheby’s tenía 69 bienes culturales procedentes de su territorio. Las autoridades peruanas consideran muy probable que la salida de las obras fuera “clandestina”, ya que desde 1822 la legislación nacional prohíbe que bienes culturales dejen el país.

Una cerámica mexicana batió un récord. Se trata de una Gran Venus Calipigia (de la cultura Chupicuaro, en el estado de Guanajuato), cerámica del año 400 antes de Cristo que fue adjudicada en más de dos millones y medio de dólares.

LA VERSIÓN DE SOTHEBY’S Sotheby’s hizo saber en un comunicado dirigido a EFE que a lo largo de los últimos meses ha investigado la procedencia de las piezas, y que “tiene confianza en el hecho de que pueden ponerse a la venta”.

“La colección es reconocida mundialmente por la calidad excepcional de sus obras de arte, su pertenencia a una gran familia de coleccionistas, y el haber sido objeto de numerosas exposiciones públicas”, concluyó la firma, que se dice dispuesta a seguir discutiendo con los países “toda nueva información sobre cuestiones específicas”, señaló.