JAVIER COBEÑAS VEGA Redaccion Piura
El cauce del río Calvas —Suyo, Ayabaca—, que divide la frontera entre el Perú y Ecuador, ya es territorio de los mineros ilegales.
Hace 60 días, la Dirección Regional de Energía y Minas detectó la presencia de tres dragas mineras, embarcaciones utilizadas para excavar material debajo del nivel del agua, y elevar el oro extraído hasta la superficie.
Estos mecanismos causan serios daños al ecosistema, debido a la alteración del cauce de los ríos, la modificación de la calidad del agua y por la contaminación con mercurio del agua y, por ende, de los peces.
POECHOS EN RIESGO La zona de trabajo de estas dragas ha sido motivo de alerta en la autoridad regional de minería, pues buena parte del agua de este río llega al reservorio de Poechos, que almacena 496 millones de metros cúbicos de agua para ser usada con fines agrícolas, pesqueros e hidroenergéticos. Este reservorio irriga 81.800 hectáreas de los valles del Chira, Medio y Bajo Piura, según información proporcionada por el Proyecto Especial Chira Piura.
El director regional de Energía y Minas, Alfredo Guzmán Zegarra, advirtió sobre el progresivo daño a las personas que consumen agua directa e indirectamente del reservorio, por tal motivo ha solicitado al Ministerio Público que se destruyan las dragas y los campamentos mineros que están en las zonas naturales protegidas.
“El uso de dragas es ilegal, porque está prohibido hacer minería en el cauce del río. Las dragas remueven rápido todo el material. Sin mayores contemplaciones se deberían hacer las interdicciones [destrucción] por las que hasta hoy no da respuesta el Ministerio Público”, añadió Guzmán.
El director regional de Energía y Minas informó que en enero de este año solicitó a la fiscalía la interdicción de cuatro campamentos mineros y en mayo pidió cuatro adicionales. Sin embargo, el Ministerio Público aún no actúa. Guzmán adelantó que en los próximos días requerirá 12 interdicciones más.
En Suyo y Las Lomas hay plantas de beneficio de roca, a cuyos mineros se les ha cancelado la declaración de compromiso de explotación. “Estas plantas de beneficio también contaminan porque usan cianuro, mercurio y otras sustancias para extraer el oro. Toda esta información, con coordenadas incluidas, ha sido enviada al Ministerio Público”, dijo.
RESPONDE LA FISCALÍA La fiscal especializada en materia ambiental, Silvia Rumiche Rochabrún, manifestó que las interdicciones se están tramitando de acuerdo con la ley, pero sostuvo que no puede profundizar en el tema porque ese tipo de acciones son reservadas.
“Ni siquiera podemos decir en qué estado está el proceso de interdicción, porque estaríamos alertando a los mineros ilegales”, explicó.
La mencionada fiscal señala que, hasta la fecha, ha presentado 20 procesos penales contra los mineros ilegales por contaminar el medio ambiente. Algunos ya han sido admitidos por el juez y otros aún están en la fiscalía penal, pero hasta el momento ningún minero ilegal ha sido condenado.
POLICÍA CON LA VISTA GORDA Las dragas del río Calvas son operadas por grupos de peruanos y ecuatorianos sin ningún control.
Peor aún, a menos de cinco metros del puesto de vigilancia fronterizo Laguar, de la Policía Nacional del Perú, estos mineros ilegales guardan todos sus equipos en una casa construida de adobe.
El jefe de la I Dirección Territorial Policial, coronel Máximo Vargas Hugo, informó que los puestos de vigilancia están a su cargo, pero lamentablemente en cada uno de ellos tiene una persona que labora en condiciones precarias.
“Vamos a enviar al comisario de Suyo para que verifique esa información que me has proporcionado. En esos puestos tenemos una persona por día. Los puestos están en condiciones precarias, la logística está reducida”, dijo.
Recordó que en la comisaría de Suyo laboraban cuatro agentes en dos turnos, pero desde mayo se envió a 40 policías para combatir los asesinatos que suceden en la zona.