Julio Talledo Vilela Redacción Piura
Manuel Gonzáles Winchonlong (20), el alumno más destacado del noveno ciclo de la carrera de Ingeniería Química de la Universidad Nacional de Piura (UNP), ya no sonríe.
Su voz tenue denota debilidad, y en ese estado se encuentra desde hace 14 días, cuando un suboficial de la policía identificado como Marco Vásquez Chero le disparó cinco veces al cuerpo al confundirlo con un delincuente.
El agente aseguró en su manifestación ante el fiscal que el universitario rastrilló un arma y lo quiso atacar en las inmediaciones del lugar donde la policía acababa de enfrentarse a cuatro asaltantes, a los que logró reducir.
Pero esta versión se aleja de la realidad. Tras recuperarse de una cirugía en la que le extrajeron el bazo, Gonzáles fue sometido a una prueba de absorción atómica. Los resultados confirmaron la declaración del joven y echaron por tierra el argumento del policía: el universitario nunca empleó una pistola la tarde del 12 de agosto.
Quienes sí dieron positivo en la prueba fueron dos integrantes de la banda que pretendió asaltar a una pareja a pocas cuadras de la UNP.
Por este atentado contra la vida de Sandoval, a través de la carpeta 870-2013 del 21 de agosto, el fiscal de la Segunda Fiscalía Penal de Castilla Luis Venegas Morales ha pedido que se inicie una investigación contra el suboficial Vásquez por abuso de autoridad.
Los hechos El Comercio entrevistó a Manuel Gonzáles, quien recuerda con detalle el ataque que casi le cuesta la vida.
“Yo estaba caminando por el lugar cuando escuché el ruido [de los disparos]. Entonces, al igual que una pareja, comencé a correr. Mientras corría vi que una moto azul se estrelló contra un carro. Me detuve y vi a varios policías. Uno de ellos se me acercó, pensé que me iba a decir que me quede quieto, pero me disparó. Me comenzó a resondrar y me dijo que era un delincuente; yo en ese momento gritaba de dolor”, contó la víctima.
“Queremos que se sancione a quienes resulten responsables del ataque contra mi hijo. En esta intervención participaron varios policías”, dijo Óscar Gonzáles, padre del estudiante.
Antecedentes El caso de Manuel Gonzáles, a quien le habrían sembrado un revólver calibre 38, no es el único que ha puesto en evidencia la forma como viene operando la policía en algunas de sus intervenciones.
Víctor Pulache Carhuapona es un abogado que, el 20 de marzo, fue baleado por la policía tras ser supuestamente confundido con uno de los integrantes de la banda Los Albines.
“Yo conducía mi camioneta hacia La Unión cuando fuimos alertados del enfrentamiento que se había producido. Me acompañaba mi primo y dos de mis patrocinadas. De pronto, unos policías vestidos de civil nos dispararon con armas de largo alcance”, sostuvo.
“Nos refugiamos en la camioneta y allí nos detuvieron. A mí me esposaron y, pese a que ya estaba reducido, recibí un balazo que me causó una triple fractura de fémur. Por este abuso estoy siguiendo un proceso penal contra la policía”, relató el agraviado.
Más datos
INVESTIGACIÓN El defensor del pueblo en Piura, César Orrego Azula, indicó a El Comercio que esta institución iniciará una investigación de oficio no jurisdiccional sobre el caso del estudiante Manuel Gonzáles. Reiteró que este nunca empleó un arma de fuego contra un agente, como lo aseguró la policía.
DESCARGOS El jefe de la primera Dirtepol, coronel PNP Máximo Vargas Hugo, dijo que esperará que el Ministerio Público concluya con las investigaciones para pronunciarse sobre estos casos.
MEA CULPA El oficial reconoció que los agentes pudieron haber fallado en sus intervenciones. “Los policías somos seres humanos. Podemos equivocarnos. No queremos hacerle daño a nadie”, expresó.
RESPONSABILIDAD El coronel PNP Vargas Hugo, no obstante, manifestó que si hubo excesos, “cada uno [de los que intervinieron] asumirá su responsabilidad”. Enfatizó que si sembraron un arma, deberán responder por ello.