JOSÉ ROSALES Corresponsal Ica

Ica. En la informalidad y sin ninguna autorización ni permiso trabaja una planta de procesamiento de mineral, desde principios del año pasado, en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas.

Tras el inicio irregular de sus operaciones en enero del 2012, esta planta de concentrado de mineral, que pertenece a la Empresa Minera Chaanal Ejecutores y Contratistas Generales (Checogesa), ha sido inspeccionada hasta en diez ocasiones por peritos ambientales de la Municipalidad Distrital de Paracas, fiscalizadores de la Dirección Regional de Energía y Minas (DREM) y especialistas de la Reserva Nacional de Paracas.

Durante estas inspecciones, los peritos de medio ambiente de la Municipalidad Distrital de Paracas constataron reiteradamente que “la planta no cuenta con licencia de funcionamiento municipal, autorización de Energía y Minas, certificados de saneamiento ambiental, ni equipos, sistemas y medidas de protección para la descarga de metales procesados”.

Asimismo, verificaron que “la empresa no tiene autorización para el transporte de residuos sólidos que genera su actividad y tampoco adoptó algún método de prevención para evitar la contaminación del agua y el aire durante sus procesos de producción y descarga”.

IMPACTO AMBIENTAL En estas intervenciones, los fiscalizadores de la DREM-Ica constataron que la empresa Checogesa no posee un estudio de impacto ambiental (EIA), como exige la norma, y que una de sus dos pozas relaveras superó la capacidad de almacenamiento. Además, las pozas no contaban con capas de protección del suelo (geomembrana), por lo que incurrían en una falta grave en la protección del medio ambiente.

El director regional de Energía y Minas, Armando García Pérez, confirmó a El Comercio que ante el ilegal funcionamiento de esta planta –y como parte de las acciones de fiscalización en materia ambiental de su sector– solicitaron, el 22 de noviembre del 2012, el cierre temporal de estas instalaciones por incumplir la normatividad ambiental vigente.

PROCESOS DILATORIOS Sin embargo, el proceso se demoró. García Pérez remarcó que la DREM-Ica no tiene atribuciones ni competencias legales para clausurar esta planta y disponer el cierre definitivo. Y que esta situación fue aprovechada por la empresa para seguir operando en la zona de amortiguamiento de Paracas.

“Además, en su intención de paralizar todo el proceso sancionador, los representantes de Checogesa presentaron, el 9 de mayo pasado, un recurso de apelación ante el Consejo Nacional de Minería, que constituye, de acuerdo a la Ley General de Minería, la máxima instancia para resolver definitivamente la situación de precariedad, informalidad e ilegalidad en que operaría esta planta de procesamiento”, declaró.

Paralelamente, la empresa se acogió al Decreto Legislativo 1105 del Proceso Nacional de Formalización de la Minería Informal y presentó, en Huancavelica, su declaración de compromiso. De esa forma, “pretende paralizar todo lo actuado”, acusa García Pérez.

“La planta de Checogesa es informal y procesa minerales sin contar con instrumentos de gestión ambiental, por lo que causaría contaminación, generaría residuos sólidos e impactaría negativamente en el área, la población y las actividades de su entorno”, criticó el jefe de la Reserva Nacional de Paracas, Stive Marthans Castillo.