Los recientes disturbios por la disputa de la administración de la azucarera Pucalá, en Chiclayo que dejaron un muerto en las últimas horas han generado la preocupación del Gobierno central.

El presidente Ollanta Humala indicó esta mañana que se ha dispuesto el refuerzo de la seguridad en el lugar a fin de evitar más muertos y restablecer la paz y el imperio de la ley.

“Estamos sumamente preocupados, hemos dispuesto que se incrementen las fuerzas del orden, porque lo que estamos viendo son enfrentamientos entre la misma población civil, muchas veces azuzados por intereses económicos de algunos de los agentes que están interesados en esta hacienda”, refirió el mandatario tras inaugurar el nuevo Hospital de Emergencias de la Red Almenara, en el distrito limeño de La Victoria.

Los disturbios en Pucalá empezaron el viernes pasado, cuando la Policía Nacional entró al ingenio azucarero para desalojarlo en cumplimiento con la orden judicial que disponía que se instale una nueva administración, la cual no es reconocida por los trabajadores.

Se supo que los 150 policías que se encontraban ayer en la azucarera ya se retiraron y la situación ha retornado a la calma. Esos agentes habían respondido a los recientes ataques con armas.

GARANTIZA CONTINUIDAD DE VÍA EN EL VRAEM De otro lado, en declaraciones a la prensa, el jefe de Estado garantizó la continuidad de la construcción de la carretera que unía Huamanga con San Francisco y el resto del Vraem. Según dijo, la temporada de lluvias obligó a disminuir los avances, pero todo estaba dentro del cronograma.

“La paralización adelantada de dos meses producto de la presencia subversiva en esa zona no ha hecho un daño al cronograma de avance, porque la obra iba ya con varios meses de adelanto”, refirió.