Al menos 25 años de cárcel podría recibir como sentencia Rosa Quintanilla Castillo (54), la mujer que retuvo más de cuatro años a un niño extraviado por su madre en San Juan de Lurigancho. La sanción más severa sería, incluso, cadena perpetua pues el caso se configura en un secuestro contra un menor de edad, según detalló esta mañana la ministra de la Mujer, Ana Jara.
“Por más buenas intenciones que haya tenido, la situación para esa mujer es muy complicada. Nos duele que el niño haya sido privado de su familia y de ir a una cuna u otra institución educativa”, precisó.
La ministra ofreció asesoría psicológica y jurídica para Elízabeth Vera Atunca, mamá del pequeño Jesús, ahora ya de seis años, así como ropa, cuidados y educación para este.
Desde febrero del 2009, Quintanilla Castillo mantuvo a Jesús en su vivienda, situada en la calle Río Tambo, MZ. P, solo a 15 cuadras del domicilio donde el niño y su verdadera madre vivían. A partir de esa fecha lo llamó Alexander y no atinó a devolverlo aun cuando circulaban por su vivienda afiches alertando de la desaparición del infante.
Vecinos de la supuesta raptora detallaron que esta celebraba fiestas de cumpleaños a Jesús los 25 de febrero, fecha en que lo encontró y lo llevó consigo. Personal de la División de Personas Desaparecidas corroboró primero que la criatura no acudía a ningún colegio del cono Este y luego que Rosa Quintanilla pagaba a una maestra para que le brinde clases particulares.
La legislación es clara. Si la desaparición es de un menor de edad, de un adulto mayor o una persona en discapacidad, la PNP está en obligación de iniciar una búsqueda de forma inmediata. No esperar siquiera 24 horas a que siga perdido o pueda ser captado por gente que le prive vivir con su verdadera familia, anotó Jara.