El reo Gerson Urrutia, el sujeto que desató una balacera en Catedral, sufrió hoy una crisis a raíz de la esquizofrenia que padece en medio de la inauguración de una clínica en el interior del penal de Lurigancho.

Junto a otros internos iba a participar de un número musical, pero al final desistió de ello y se fue de la actividad.

Cuando el director del centro penitenciario, coronel PNP Tomás Garay, declaraba a la prensa, Urrutia pasó por detrás de él y gritó no tienen por qué estar alegres.

“Solamente figuran para las cámaras. Todo el mundo sufre y no tienen por qué bailar”, agregó. Minutos después sufrió la crisis, por lo que tuvo que ser atendido por médicos de la cárcel.

Urrutia, según detalló el diario “Perú.21”, recibe tratamiento medicado de Respiridona tres veces al día y el supervisado por una enferma técnica.