Casquillos de bala y perdigones desperdigados e impactos de proyectiles en las paredes. Ello es testimonio de los recientes disturbios en la azucarera Pucalá, en Chiclayo, que han dejado un muerto.

Uno de los 35 trabajadores que actualmente administran la compañía, Segundo Gasco, responsabilizó de la violencia a personas vinculadas a la nueva administración judicial.

“Han disparado a quemarropa, han venido con armas de largo alcance, perdigoneras, armas cortas. La gente ha tenido que repeler de alguna u otra manera, con puros cohetes, machetes, palos, piedras”, comentó a Canal N.

Según dijo, los enfrentamientos de anoche dejaron además tres trabajadores heridos: dos por balas y uno por perdigones. En tanto, las actividades en la compañía se normalizan poco a poco durante el día.

Según informaron algunos trabajadores que se encuentran en las instalaciones de la empresa, un grupo de sujetos armados ingresó ayer de improviso y se enfrentó a los trabajadores.