El Ministerio Público, con apoyo de agentes de la Policía, lograron decomisar armamento de guerra en una sorpresiva inspección de carreteras a la altura del puesto de control aduanero Carpitas, en Tumbes.
El primer hallazgo fue en un vehículo de la empresa Civa de placa B0O-958, donde se halló, en la parte posterior del asiento del copiloto, nueve granadas tipo piña, seis granadas de fusil explosivas MGL y siete granadas de fusil CT640 mm.
Las municiones de guerra, transportadas sin permiso, pertenecerían al Ejército Peruano y, según las primeras investigaciones, su destino habría sido grupos de narcortraficantes de la zona o a las FARC de Colombia. El chofer, Abraham Sierra Rojas, fue recluido en el penal de Puerto PIzarro de forma preventiva y las armas llegaron al almacén del ejército en Tumbes.
La otra intervención fue a un bus interprovincial de la empresa El Sol de placa U1A-964, donde se hallaron más de 100 cartuchos de calibre de 16 milímetros para escopeta y demás municiones.
A través del comunicado de prensa, el Ministerio Público detalló que el bus tenía como chofer a Aníbal Flores Campos. Mientras se registraba a los pasajeros, en el asiento 39, Lorena Ramírez Nongrados tenía una casaca con dos tiras de 13 cartuchos de calibre de 16 mm cada uno y otras dos tiras de 12 cartuchos.
Además, tenía dos cajas con 25 cartuchos más, haciendo un total de 100 cartuchos para escopeta. En el asiento número 48 se intervino a Charito del Pilar Seminario, quien tenía una caja de cartón con 25 cajas pequeñas con 25 cartuchos más. A todas estas personas se les inició una investigación preparatoria con detención preliminar por nueve meses.