Los restos del mayor EP Luis Alberto Garca Rojas, el ltimo hroe que ha tenido el Per y que perdi la vida cuando un misil hizo estallar su helicptero en el Alto Cenepa (1995), en la guerra contra Ecuador, recibieron hoy un homenaje en la Escuela de Chorrillos. Esta maana, una comisin militar traslad el atad desde la casa de su esposa Julia Panta, en Surco, hasta la Escuela Militar de Chorrillos en donde pasar la noche. Aqu recibi honores por parte de la familia militar. Tambin estuvo presente la hija del hroe. A las 9:00 a.m. del 29 de enero, se iniciar el traslado hacia el Presbtero Maestro (El Agustino). Custodiarn el recorrido oficiales y soldados. El ingreso a la cripta y la entrega del ttulo de hroe debera ser encabezado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski. As manda la ley. El camino para obtener este reconocimiento no fue fcil, y cada vez que Julia Panta, su esposa, recuerda lo vivido respira hondamente. Ella cuenta que en 22 aos ha sido amenazada, la intentaron secuestrar, que sobrevivi a un cncer, que tuvo que irse del pas y rehacer su vida en EE.UU.; que hizo largas gestiones en el Congreso y en el Ejrcito, que demand al Estado. Hace un ao los restos del mayor EP Luis Alberto Garca Rojas haban sido exhumados de un cementerio en La Molina para ingresar con todos los honores a la Cripta de los Hroes, junto a Miguel Grau y Francisco Bolognesi. Pero un da antes de los actos, el Ejrcito cancel todo y a Julia Panta, la esposa, no le qued ms opcin que quedarse con el hroe en casa. El argumento militar fue que invitaciones no autorizadas ponan en riesgo la integridad del entonces presidente Ollanta Humala, quien tena dos poderosas razones para acudir a la ceremonia: la ley 28682 lo obligaba a dirigir el acto y Garca Rojas haba sido su compaero de cuarto y promocin en la Escuela Militar de Chorrillos. El momento ms doloroso de esta parte de la historia ocurri el 29 de enero del 2016. Pese a la cancelacin, los compaeros de armas del hroe llegaron a la cripta cargando el pequeo atad blanco, y Julia Panta camin hasta la puerta del mausoleo y toc tres veces esperando en vano que alguien abriera la puerta para rendirle honores a su esposo. De fondo sonaba en trompeta el himno a los cados del Cenepa.
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