Ahora que el ro Chilln parece calmado, Mario Cristn Alvetis escarba en el lodo que arras su vivienda ubicada en el centro poblado de Trapiche Bajo (distrito de Santa Rosa de Quives, Canta). Despus del huaico, an tiene esperanzas de recuperar algn objeto valioso.
No me queda ms que tirar lampa para ver qu encuentro. No puedo quedarme en una carpa para toda la vida, dice Mario sosteniendo una carretilla donde coloca el desmonte que va sacando de a pocos.
Cuando la noche del mircoles 15 de marzo el agua cargada de piedras y ramas derrumb el muro de piedra que bloqueaba el ingreso del ro, Mario no tuvo tiempo ni de sacar su ropa. Solo pudo correr y alertar a su familia. Sus muebles, electrodomsticos y herramientas quedaron enterrados a ms de un metro de profundidad.
En este barrio, otras veinte familias se encuentran afectadas. Duermen en carpas con el temor de que el agua vuelva a ingresar con fuerza, por eso durante las maanas se apuran en limpiar sus casas y colocar sacos terreros que los protejan de un nuevo embate de la naturaleza. Gumercinda Cristn, la hermana mayor de Mario, cuenta que sus familiares han venido desde Ayacucho para ayudarlos. Necesitamos cerrar las defensas ribereas cuanto antes, pero no tenemos equipos para hacerlo, cuenta.
Estructuras daadas En la carretera Lima-Canta, los centros de esparcimiento campestre han contratado maquinaria pesada para reencauzar el ro Chilln y limpiar sus predios. Los deslizamientos de hace dos semanas destruyeron 20 mil m2 del club Las Retamas. El huaico arrastr baos, juegos metlicos y sillas.
Por suerte el desborde no se dio durante un fin de semana, cuando recibimos hasta mil visitantes, dice el propietario Mario Huamn Abregn. Otros locales como Pinos Eucaliptos han trado volquetes y cargadores frontales a la zona para reactivar sus servicios en las prximas semanas.
Volver a producir En el centro poblado de Macas, cerca de 150 hectreas de cultivo se daaron por los huaicos. Decenas de agricultores que abastecen con hortalizas a los mercados de Lima perdieron cosechas enteras y se quedaron sin agua para regar por el colapso de canales y bocatomas. Pese a estas limitaciones, agricultores como Luis Gomero Osorio, presidente de la Asociacin de Productores Ecolgicos de Chilln, han retomado el cultivo de poro, albahaca y repollo. Junto a sus otros 30 socios, limpiaron el canal principal y ahora pueden regar con regularidad. Ya no necesitamos comida ni agua, sino maquinaria, semillas y rehabilitar los canales de riego para volver a producir, dice Gomero
LEE TAMBIN