Un grupo de unas 50 personas llegó al local donde funciona el Fondo Metropolitano de Inversiones (Invermet) para protestar contra las obras del proyecto Vía Parque Rímac y denunciar los daños colaterales que están sufriendo por la demolición de las casas en la zona.
“Las demoliciones se hacen sin criterio técnico ni permisos municipales. Son cerca de 194 familias que son afectadas por rajaduras, ruidos y el polvo”, dijo a El Comercio Vicente Osorio, presidente de la junta directiva del asentamiento humano 9 de Octubre, uno de los afectados por el proyecto.
El dirigente señaló que los funcionarios de Invermet se han comunicado con ellos y que les han asegurado que revisarán las obras que se llevan a cabo entre las cuadras 18 y 28 de la avenida Morales Duárez.
Para la destrucción de dichas viviendas contratan gente sin preparación técnica y afectan al medio ambiente para que después ingrese la maquinaria que, sin ningún tipo de consideración, inunda el lugar con polvo, señaló. Los afectados aseguran que también dejan cables pelados y generan ruido exceso a lo largo del día.