LUIS SILVA NOLE
Parecía una niña con muñeca nueva. Su metro cincuenta de estatura contrastaba con la inmensidad del Estadio Nacional , pero su felicidad sobrepasaba, de lejos, la capacidad del primer escenario deportivo del país.
Tiene 88 años y ha vivido experiencias deportivas de todo calibre, pero Angélica Ramos Ayalahttps://elcomercio.pe/actualidad/1583419/noticia-vieja-futbol-club-senora-tiene-88-anos-hace-45-entrena-calichines, la amada ‘Vieja’ de la urbanización El Trébol, de Los Olivos, jamás olvidará la noche del último martes cuando su deseo más grande se hizo realidad: ver jugar en el Estadio Nacional al argentino Lionel Messi, su máximo ídolo.
Un sueño que creía inalcanzable . Un anhelo que había lanzado al viento a fines de mayo cuando El Comercio le hizo un reportaje sobre la encomiable labor que cumple en la losa deportiva La Bombonera, de El Trébol, donde semanalmente entrena a unos 30 peloteros de entre 6 y 17 años y, de paso, los aleja de las malas juntas.
Con 40 años de experiencia en la enseñanza del fútbol en su barrio, vivió el partido benéfico Messi y sus Amigos vs. Resto del Mundo con la misma emoción con que una alumna aplicada aprovecha una clase magistral.
Ubicada en Occidente, la ‘Vieja’, como siempre pide que la llamen, solo soltaría la entrada que le regaló El Comercio, para guardarla en su pequeña cartera. “Esto me lo quedo de recuerdo. ¡Y no va a ser!”, diría antes del partido.
Mientras al otro lado de la ciudad la oscuridad reinaba en La Bombonera, el templo de su equipo, el Club Deportivo América Mimi, en el Nacional, Messi, Neymar, Mascherano, Lugano, Muslera, Vargas y Lavezzi, entre otras estrellas, la hacían vibrar con cada jugada. La reina del fútbol de barrio tenía puesto el mismo buzo que usa los viernes en las tardes para entrenar a sus muchachos.
Esta vez no hubo los acostumbrados besos en las mejillas que sus chicos le dan al inicio y al final de cada clase, pero sí la asaltaría la sensación de estar viendo en acción a Jorge, el pequeño de 10 años que la rompe en La Bombonera y al que le dicen ‘Messi’. “Ese niño driblea que da miedo”, dijo la ‘Vieja’.
PELÉ Y LA TRAGEDIA “Estoy muy agradecida a El Comercio por haberme traído a ver a Messi. Estar en el Estadio Nacional me trae tantos recuerdos”, dice, mientras sus ojos se humedecen al evocar la tarde más triste que se haya vivido en el Nacional.
“Estuve aquí en la tragedia [el 24 de mayo de 1964; partido Perú-Argentina; unos 300 muertos]. Vi cómo un policía le puso cabe al ‘Negro Bomba’ y luego todo fue un caos. Bombas lacrimógenas. Las personas se aplastaban entre sí. Yo estaba en la tribuna Sur y pude salir porque un moreno alto me cargó en su espalda y, evadiendo cuerpos en el piso, alcanzó la salida. Salvó mi vida”.
La alegría volvió a su rostro con la frase: “Y acá también vi a Pelé. Se llevaba a todos y solo hacía los goles. Ahora vi a Messi. Para qué más”.