Interrupción de tránsito y gran congestión vehicular, quema de llantas y otros objetos, gritos y calificativos contra el presidente Ollanta Humala, una mujer semidesnuda, daño a las áreas verdes y enfrentamientos con policías, incluyendo ataques contra los caballos que los llevaban.

Ese fue parte del caos provocado por trabajadores estatales que, encabezados por el dirigente de la CGTP, Mario Huamán, sembraron el desorden en la avenida Abancay, cerca del Congreso de la República, como parte de su rechazo al proyecto de Ley del Servicio Civil.

Hasta ahí llegaron luego de marchar desde la Plaza Dos de Mayo, afectando a su paso a los ciudadanos que se desplazaban en vehículos por el centro de Lima.

“Queremos solución y no a la represión” y “archivamiento” fueron algunos de los gritos más repetidos por los empleados públicos. Tras los enfrentamientos, el contingente policial pudo finalmente retomar el orden, volviendo la calma al lugar, al menos hasta ahora.

En el interior del país, las manifestaciones de los trabajadores estatales no fueron distintas: en Chiclayo se desangraron y en Iquitos se crucificaron.