ELIZABETH SALAZAR Unidad de investigación

Este domingo los limeños harán, de nuevo, un alto a sus actividades para elegir a los reemplazantes de los 22 regidores que fueron revocados en marzo. La más afectada con este proceso es, una vez más, la alcaldesa Susana Villarán, pues ya no tendrá soporte político dentro ni fuera del concejo.

A pocas horas de los comicios, todo indica que el partido Tierra y Dignidad (TD), que representa la lista de Villarán, no tendría una fuerza importante. Es decir, la alcaldesa afrontaría el último año de su gestión con una minoría que le impedirá aprobar sus propuestas en el concejo.

“Será un contexto diferente, pero confiamos en que los partidos que firmaron el Acuerdo por Lima [los que apoyaron el No a la revocación] respalden las reformas”, dice Marité Bustamante, hasta ayer regidora que lideraba la lista de TD.

SE ACABÓ EL AMOR Los allegados de Villarán saben lo que se viene y ya empezaron a marcar distancias. Una muestra de ello es el correo interno enviado el 29 de octubre con copia a todos los regidores y titulado “Corrupción en Munilima Ojo Ojo”. Allí se detalla el supuesto nepotismo del gerente municipal José Miguel Castro, una denuncia que difundió días después la prensa.

El correo, indicaron fuentes del municipio, fue enviado por la facción radical de izquierda que apoyó a Villarán para llegar a la alcaldía y forma parte de un listado de denuncias que ha llegado a la contraloría. “Ellos le cuestionan a Villarán el alejarse de sus militantes para apostar por técnicos como Castro, Domingo Arzubialde (gerente de Promoción de la Inversión Privada) y Martín Sanabria (gerente de Finanzas), y que por eso su gestión no mejora”, dijo un allegado a la alcaldesa.

Uno de los que ha pedido la cabeza de Castro es José Luis Gárate, actual regidor y número 2 de la lista de TD y líder del Movimiento de Afirmación Social (MAS) de Gregorio Santos. Los otros “incómodos” son Perfecto Ramírez, de Patria Roja, el asesor Yomar Meléndez y la gerenta Carmen Vildoso.

El quiebre se dio cuando Villarán aprobó la renuncia de Ricardo Giesecke, luego de que El Comercio denunciara que durante su gestión en el Mercado Santa Anita se obvió el contrato con Relima y se favoreció al consorcio Virgen de la Puerta.

Aquel fue un golpe para la izquierda porque Giesecke es miembro de Fuerza Ciudadana, grupo que une a Fuerza Social, el Partido Socialista, el Partido Comunista y Ciudadanos por el Cambio, colectivo de Salomón Lerner, con quien Giesecke trabajó cuando fue ministro.

“A Giesecke lo sacaron porque le malogró el negocio a Castro. Relima fue un aportante a la campaña por el No ¿Quién creen que pagó a Favre?”, se lee en otro de los furiosos correos.

SIN RESPALDO POLÍTICO En junio, quizá por la emoción posrevocación, el ex teniente alcalde Eduardo Zegarra dijo que Villarán tentaría la reelección a pedido del Frente Amplio de Izquierda, alianza formada con miras a las futuras elecciones y que la integran Fuerza Ciudadana, el MAS y Tierra y Libertad (trío denominado Confluencia por Lima), además de otras agrupaciones.

De todos ellos, el único partido con inscripción válida es el de Marco Arana –que ha pasado a llamarse Tierra y Dignidad (TD)– y si bien ha cedido su símbolo para que el frente postule, tiene la sartén por el mango. En su congreso nacional celebrado este mes, se eligió a Arana como precandidato presidencial y Marisa Glave está voceada al sillón municipal. “Villarán no tiene partido dentro del frente amplio que la postule. No le hicieron caso ni en la formación de la lista para regidores”, dijeron unas fuentes.

Aquello ocurrió en agosto. La alcaldesa quería en la lista a Jason Day y Mónica Sánchez. La extrema izquierda dijo: no. Luego, pidió darles más cupos a los regidores que entraron después de la revocación, pues ya tienen experiencia, pero Glave amenazó con llevarse a sus candidatos. Villarán renunció a sus intenciones. Esto causó que 100 militantes de TD que la apoyaban, liderados por el ex regidor Marco Zevallos, renunciaran al partido. “Hablaré después del domingo para no dañar el proceso”, dijo él.

“TD se ha puesto al servicio del frente. Es un acuerdo de las bases, pero si uno de los candidatos –una vez electo– decide representar solo a su partido, no podemos impedirlo”, dijo el vocero del partido, Pedro Francke. Nada está dicho.

TODO SOBRE LA ELECCIÓN En este enlace podrá ver dónde le toca votar y si es miembro de mesa.

Lo que piensan los limeños de estas elecciones complementarias.

Las principales propuestas de las agrupaciones.