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Grati
Oscar García

Ha nacido el amor en Moscú. Lo dice esa vieja canción resucitada por la nostalgia que, desde la soñada clasificación a Rusia 2018, resume el ánimo de 32 millones de peruanos que hoy parecen vivir un romance con la tierra de Putin. Son compatriotas soñadores que quieren sentirse más cerca de la Plaza Roja que lo que alguna vez soñó ese tío comunista en la familia. Las ficciones de posguerra que nos vendían a la capital rusa como el epicentro del ‘eje del mal’ son historia de otra época. Hoy, para el hincha peruano viajar allá debe ser lo más cerca que podría estar del paraíso. Este Edén, lamentamos informar, como el mítico jardín bíblico, no es para cualquiera. Pasemos a explicarlo. 

La física y el principio de realidad señalan con claridad que Rusia está más lejos que Brasil, la sede de la última Copa del Mundo. El vuelo hasta allá es de 15 horas si va en Airbus (800 km/h) o de 252 horas, si se anima a emprender una hazaña en globo (50 km/h). Recorrer los 12.643 km desde Lima a Moscú tiene un precio acorde con la vasta distancia que nos separa del país más grande del mundo. Y ese precio es alto, al que se podría tentar si se cuenta con un dinero extra, digamos un jugoso bono navideño. Un bono que lo haría la envidia de todo el país, habría que añadir. 

Armar las maletas
Mariano Merediz, gerente de márketing de Costamar Travel, agencia ganadora los últimos cuatro años del World Travel Awards, cree que la clave para comprar un paquete a Rusia es la seguridad. “Uno podría irse en un plan de mochilero, si tiene la edad, pero la gente cuando viaja a estos eventos lo hace con amigos o con familia y necesita comodidad y que los servicios que reciba sean los apropiados”.

Desde la clasificación a Rusia 2018 se han disparado las cotizaciones a ese país en su oficina de Miraflores, pero se han cerrado aún muy pocas ventas. Es natural: la inversión es fuerte y hay que pensárselo bien. En Costamar hay dos paquetes para ese destino, según se prefiera una estancia de 5 noches (un partido) o de 11 noches (los tres partidos de la primera ronda). El primero, que incluye hospedaje, traslados, visita turística y una entrada para el partido de Perú-Dinamarca, cuesta entre 4 mil y 5 mil dólares, dependiendo de la categoría del hotel que se elija. Si se le adiciona el boleto de avión, el costo se eleva a 6 o 7 mil dólares. El segundo paquete, de 11 noches y 3 partidos, puede costar entre 10 mil y 12.500 dólares. Si se suma el pasaje aéreo, la cifra aumenta 1.500 o 2 mil dólares más. El pasaje de avión se incluye solo a pedido del cliente, porque hay personas que prefieren buscarlo por su cuenta. “Hay que considerar que no es un viaje económico, porque es temporada alta. Yo recomiendo desconfiar de ofertas que no den garantía, porque es un gasto grande y lo mejor es no tener mayores sorpresas allá”.  

El mundial por la tele
La clasificación de Perú ha impactado en la economía del país. “Ha habido, en general, un impulso en la economía en este cuarto trimestre, de medio punto porcentual debido al fútbol y la demanda en textiles, televisores, etc. Con forme pasen los meses, esto se irá diluyendo”, señala Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores. El impacto que genere el consumo debido a las gratificaciones de Navidad, en su opinión, será mínimo. “Este pago solo lo reciben el 22,5% de trabajadores de todo el Perú, así que no va a influir en la economía”. La gente lo puede usar para pagar hipotecas, la inicial de un departamento o para seguir comprando objetos y servicios relativos a Rusia 2018.

Uno de los gastos más notorios en épocas premundialeras es el de un nuevo televisor. Con la clasificación, las ventas de estos aparatos ya se han disparado. “Solo durante las últimas semanas de las clasificatorias, la demanda de televisores aumentó en más del 30%, especialmente en modelos UHD 4K de 49” y 55”, los cuales poseen cuatro veces más resolución que un televisor regular”, anota Zamir Huamán, gerente de producto de audio y video, de Samsung. En el caso de LG, durante los últimos partidos las ventas aumentaron en 35%, en comparación con el año pasado. Esta coyuntura ha hecho que las ventas sigan creciendo semanas después con un promedio de 12% con respecto al año anterior. Para el 2018 esperan vender 600 mil unidades.  

Los mejores televisores para ver el Mundial son los que por su definición y tamaño de pantalla permiten recuperar la espectacularidad del fútbol. En Samsung recomiendan su serie QLED, con pantalla curva, a los que se les podría añadir una barra de sonido, muy demandadas en estos días. En LG, el modelo insignia es el OLED, de 49 a 55 pulgadas. Existen en el mercado versiones todavía más impresionantes, de diversas marcas, en especial en las líneas premium, que siguen creciendo. Hablamos de televisores de más de 70 pulgadas y con definición 4K. Imagine gritar un gol ahí.  

Colores en el pecho
Para sentirse cerca del Mundial, también se puede adquirir indumentaria ad hoc. La camiseta de la selección es la vedette por estos días. Johan Vela, gerente de Umbro Perú, cuenta que en los meses de setiembre, octubre y noviembre las ventas se triplicaron con respecto al periodo enero-julio. “Hay una relación directa entre la venta de indumentaria y los resultados del fútbol, que mejoraron en ese tramo del año”.

En tal sentido, ha generado mucha expectativa esta semana la preventa de la nueva camiseta que usará la selección en Rusia, sin duda el diseño más esperado desde que la compañía se hizo cargo de vestir a Perú, hace ocho años. El precio de la camiseta en preventa es el mismo del que tiene la blanquirroja oficial en tiendas: S/ 199, y va hasta el 15 de diciembre. “La preventa ha sido estupenda y en un solo día hemos vendido lo que esperábamos hacer en 15”, anota Vela. Otro producto que ha tenido una buena demanda son los chimpunes modelo Medusae, los mismos que usan Edison ‘Oreja’ Flores y Miguel Araujo. En la tienda online de Umbro se cotizan por encima de los 800 soles. El que puede, puede, y el hincha, más aún cuando tiene dinero extra en el bolsillo, no se hace muchos problemas al pagar. 

 

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