Osvaldo Cattonne tiene ahora en escena Brujas, en el Marsano. En enero estrena Celular. (Foto: Elías Alfageme)
Osvaldo Cattonne tiene ahora en escena Brujas, en el Marsano. En enero estrena Celular. (Foto: Elías Alfageme)

Muchos no pudieron dormir tras salir de La Plaza. Ocurrió entre quienes fueron a ver "El padre", a mediados del año que se acaba. Complicada e inútil empresa, después de todo, la de intentar desalojar la emoción del espíritu. Fue la obra, que viene siendo considerada ya la mejor del 2017. Fue la trama, que evidenciaba cómo un hombre mayor, ganador, inteligente y seductor, perdía la lucidez contra el Alzheimer. Pero fue, sobre todo, , que no es de este mundo. Su actuación, dicen quienes lo vieron, fue brutal, inmensa. Por eso las entradas se agotaron un mes antes de que caducara la temporada. Por eso las ovaciones de pie en cada función sin excepción. Los aplausos. Las loas. Las lágrimas. Incluidas las de él. Siempre.

El actor, director y productor argentino dio un salto de fe al aceptar dejar el teatro Marsano por primera vez en 42 años, y no solo cayó parado, sino con una enrevesada voltereta y un magistral mortal mediante. “Qué bueno que tuve la audacia de salir de mi búnker y aceptar el ofrecimiento del director Juan Carlos Fisher. Me felicito por eso. Nunca lo hice porque sentí que no se me planteó nada lo suficientemente bueno ni en televisión ni en cine. Además, me quitaba tiempo para la empresa. Pero qué extraordinario resultó todo al final”, narra mientras continúa tras el telón de Brujas, su última producción, de vuelta ya en su sala. Asimismo, se alista a estrenar el 25 de enero Celular, una adaptación libre de la película italiana Perfectos desconocidos, de Paolo Genovese.  

- ¿Repondrán "El padre"?

Hace poco almorcé con Fisher para hablar sobre eso, pero ellos se manejan a largo plazo... Yo tengo 85 años y ya no puedo darme largos plazos. No puedo hablar de contratos en doce meses porque no sé si voy a estar. No digo esto por ser derrotista, al contrario, yo soy inmortal y voy a vivir para siempre, pero la verdad física es que no sé si tendré la energía. La idea de reponerla está; habrá que darle más vueltas.

- Tras la experiencia, ¿aceptaría otro proyecto fuera del Marsano?

Si la propuesta fuese interesante, sí. Aunque no lo creas, ahora veo la situación como un descanso porque solo me preocupo de actuar. En el Marsano, amándolo como lo amo, el trabajo es troglodítico. Y la gente de La Plaza me mimó tanto... solo tuve que aprenderme mis líneas, ensayar y debutar. Ya no tuve que estar subido en una escalera para colgar un reflector, pensar en la promoción, en la ropa de los actores... Si hay algo interesante, lo pensaría. Me divertí tanto... 

Cattone parará solo por fiestas para descansar. Los planes del 2018, además de los profesionales, incluyen seguir exprimiendo la vida, como es su costumbre. Esa que para él solo es de una manera: jugosa y dolce. 

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