Antes de ser domesticados, el olor que emanaban les servía para sobrevivir. Es fundamental que mantengas sus glándulas aseadas.
Antes de ser domesticados, el olor que emanaban les servía para sobrevivir. Es fundamental que mantengas sus glándulas aseadas.
Lucero Yrigoyen M.Q.

Se sabe que los perros empezaron a ser los mejores amigos del hombre cuando se acercaron a los cazadores recolectores para que los alimenten. Esto quiere decir que, con la domesticación, nuestras fueron dejando algunas técnicas de defensa para sobrevivir. Entre ellas, el olor de sus glándulas anales.

Estás glándulas no son otra cosa que pequeñas bolsas situadas a cada lado del ano. Producen un líquido grasoso que se almacena temporalmente y que, usualmente, tiene mal olor. ¿Para qué sirven? Los perros, en estado salvaje, emanaban el desagradable olor de estas glándulas para disuadir a los predadores que se les acercaban. De ahí que el movimiento de la cola tenga relación con la evacuación de dicho líquido.

Cuando mueven la cola de lado a lado también ejercen cierta compresión sobre estas glándulas, permitiendo la eliminación de su contenido progresivamente. Así, el entorno se impregna con este peculiar olor.

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Existe también una teoría que menciona que el olor de las glándulas anales les sirve a los perros para identificarse entre sí. De comprobarse, servirían para que otro can sepa la edad del perro, estado reproductivo, sexo y hasta jerarquía.

Hay que tomar en cuenta que, antes de la domesticación, los perros solían tener mayor actividad física e iban liberando el contenido de las glándulas a su paso, con el fin de protegerse. Ahora que son más sedentarios, es necesario que manualmente se les extraiga el líquido, al menos una vez al mes.

¿Qué pasa si no se hace? Además del mal olor hay otros signos de malestar que podría presentar la mascota, como arrastrar los glúteos por el piso o lastimarse. Las glándulas podrían obstruirse y nuestro perro necesitará tratamiento médico o, en algunos casos, incluso cirugía.

La limpieza de las glándulas anales puede hacerse en casa, pero normalmente se incluye en los baños que se realizan en las veterinarias. Si decides hacerlo tú, pide siempre a un profesional que te enseñe cómo hacerlo.

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