MDN
Iván Noguera
Jaime Bedoya

El artista es y será un incomprendido. Por eso no extraña que la indescriptible siquis del renunciante consejero Iván Noguera Ramos, mascarón de proa del espíritu dislocado de su alter ego, haya sido catalogada -en su epíteto más amable- como excéntrica. Pero es que él no es él. Él es el rasgueo desafinado de una guitarra imaginaria. Él es un bombástico honoris causa hawaiano. Él es el juglar distractivo del fracaso sistémico. Él es un artista. Él es el Doctor Rock. 

La pulsión creativa es una fuerza que en su intensidad y obsesión se lleva por delante hasta la propia honra. Así se trasluce del impúdico clamor de un artista hambriento de aceptación: 

- Mario Mendoza: Está bien hermano, tu mandas, no hay problema. Con que te salga bien la campaña de, como se llama esta canción. Es lo lindo.
- Iván Noguera: Ya hermano te tengo tus 50 entradas mañana.
- Mario Mendoza: Ya hermanón, muchas gracias.
- Iván Noguera: No, a ti por colaborar con el artista peruano.

La construcción del personaje del Doctor Rock no fue tarea fácil. La semilla genética vino de nacimiento, simiente que un adolescente Doctor Rock alimentara departiendo en el colegio San Agustín con Chachi, Cucho y Pocho, trío morocho del Grupo Río. 

Los inicios de años ochenta, década roquera por antonomasia, lo encuentra ya en las primeras etapas de esta metamorfosis personal. Noguera es disc jockey roquero en radioemisoras, tan múltiples como lo serían sus futuros pergaminos académicos. Sin abandonar las leyes, su espíritu renacentista lo hace abordar otras expresiones del sentir humano. Así incursiona en el columnismo periodístico en la prestigiosa revista Globo, dirigida por el astrólogo y creador del jabón piramidal Pedro Paradizo (a) Zandrox

Era una columna de información legal, y entre tantos títulos que serán banquete del olvido destaca “Divorcio por conducta deshonrosa del conyugue” donde oportunamente señala " si por ejemplo la conyugue tuviera presentaciones de carácter pornográfico, como el strip tease y otras conductas reñidas con la moral y buena costumbre es amparable el divorcio". Buen dato. 

DOCTOR ROCK EN VIVO: SACHUN, 13 DE FEBRERO 

Contraviniendo supersticiones o acaso convocándolas, fue un martes 13 de febrero que se dio la peor noticia en la historia reciente de la música después de la muerte de David Bowie: la celebración de la Serenata a los Enamorados en la Peña Turística Sachún de Miraflores. Artista principal y único, el Doctor Rock. 

El Doctor Rock se apoderó de la tarima escoltado por sus fieles escuderos musicales, destacados soldados anónimos del rocanrol, entre los que resaltaba al saxo el maestro cubano Abel García. El, alumno del fundador de Irakere, había tocado al lado de grandes como Armando Manzanero, El Tri, Eva Ayllón, Gianmarco, y Chaqueta Piaggio. Esa noche debía ofrendar su talento al servicio de un sueño ajeno: la pesentación en vivo del primer y posible utimo cd del Doctor Rock, Nunca es tarde. Nunca, ni siquiera para esto. 

La Peña Turística Sachún lucía un lleno total. El Doctor Rock vestía la ropa apropiada para el rockero de salón: camisa de La Martina alusiva al viril deporte del polo colgando desafiante fuera del pantalón, estampa arquetípica del pavo feliz. Una cabellera esponjosa y renuente al peine era banderola de inconformidad civilizada. La voz autorizada voz clínica del animador del Sachún hizo la presentación de rigor: 

- Iván Noguera Ramos, consejero del CNM hasta el 2220. Elegido por los rectores de las universidades privadas del Perú. Maestría en derecho penal, doctorado en derecho de Ciencias Políticas. Doctorado en ciencias de la educación. Doctor honoris causa. Magistrado, escritor, abogado en ejercicio, comunicador social entre muchos pergaminos que el tiene. Ivan Noguera Ramos, para quien pido un cariñoso y fuerte aplauso, ¡Porque ahí está el Doctorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr Rock!

Luego de agradecer a las cámaras presentes (Canal 3 Best cable a nivel nacional), el Doctor Rock congratuló a magistrados, congresistas, rectores universitarios y miembros de la CNM presentes, entre los 589 amigos que habían tenido la misericordia de comprar una entrada. En un acto de honestidad intelectual el Doctor Rock precisó que de las diez canciones del recién lanzado cd solo una era de su autoría, la misma que interpretaría recién al final del concierto, momento que, tal como el puente Amhem en la segunda guerra mundial, estaba demasiado lejos. 

La seguidillla de baladas con que inició el concierto ostentaban una propiedad ansiolitica que ni los potentes pisco sours del Sachun podían contrarrestar. Entonces el Doctor Rock desplegó lo mejor de su arsenal roquero. En este caso, un tema que desde su título hacía gala de malacrianza auto referencial: Ya Fuiste. La canción combinaba el tempo acelerado con sincopado riff de la guitarra en decidido ánimo confrontacional: 

Es muy tarde ya
Tengo a quien amar
Date cuenta que
Encontré el amor

El acorde eléctrico tomó la posta en un guiño al grupo Scandal, autor del one hit wonder Goodbye to you, manera anglosajona de decir Ya fuiste. Aquí el Doctor Rock arriesgó cuando en modo Ramones atacó la canción con toda la furia interpretativa que las buenas costumbres imperantes en el Sachún lo permitían: 

Llegaste tarde y ya perdiste
¡Porque ya fuiste!

Cuando lo previsible hacía anticipar que la voz cantante del Doctor Rock iba a proceder a mandar a la susodicha al carajo, el tema reculó en la dulzura. Un solo de guitarra gemía virilmente: 

Dejémoslo así
No hay que malograr
Una bella amistad
Búscate un querer
O algo que hacer

Haciendo gala del encabalgamiento sonoro tan caro al argentino Fito Paéz, en la canción Tú montaba palabra sobre palabra. La pose venía a pelo pues se trataría del tema erótico del concierto. La cadencia jadeante de la composición se entrelazaba con textos sugerentes que tras promover la excitación hallaban desfogue en el alegórico coro final: 

Tú, en el silencio de la tarde en la playa cuando cae el sol
Tú, eres mi cura y escultura que perturba siempre mi sentir
Mi corazón/ entra en acción /siente pasión /contigo mi amor
Woooooooo

Ese wooo final no era otra cosa que la pulsión sexual del Doctor Rock, manifestada con decoro ajustado a ley. 

El concierto culminó con el único tema que el roquero reconocía como propio y que dadas las circunstancias que luego le tocaría vivir, eran una premonición atribuible a su visión artística. La canción se llamaba Nunca es tarde. Era un himno celebrando el tesón de la segunda oportunidad. La composición empezaba aletargada por una inevitable carga de autoyuda: 

Voluntad y tesón sin parar
No hagas caso a los comentarios, tu triunfo los sorprenderá

La dosis de moralina hacia evocar los mejores logros satíricos de Les Luthiers, aunque en este caso el humor fuera defintivamente involuntario. Pero en todo lo relacionado con el Doctor Rock lo inesperado siempre acaba predominando. La ingenua canción, liberada de temática y letra solo calificables de pelotudas, derivó en su parte melódica en poderoso funk. En sus mejores momentos, aquellos en que el Doctor Rock no cantaba, musicalmente configuró lo salvable de una noche evitable de no ser por el compromiso materia de sabe Dios cuantas horas de componenda judicial chuponeada. 

El concierto terminó con un educado pero incierto hasta la próxima del Doctor Rock. Meses después, julio, le tomó la posta su otro yo el Doctor Noguera. Luego de presentarse en el congreso donde cayera, gesticulara y llorara, este magistrado surrealistamente elegido por las universidades privadas del Perú para la designación de jueces anunció que el próximo concierto del Doctor Rock sería el 28 con Chachi, Cucho, y Pocho.

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