Flora Tristán es considerada una de las grandes representantes del feminismo moderno. (Foto: Wikimedia Commons)
Flora Tristán es considerada una de las grandes representantes del feminismo moderno. (Foto: Wikimedia Commons)
Jorge Chávez Noriega

Sin incomodarse, una mujer entra a una bulliciosa taberna que está repleta de hombres. 

El encargado del lugar le pregunta a quién busca. Ella le responde de forma cortante: a nadie.
– ¿Por qué la pregunta? – inquirió a su vez, de modo que todos la oyeran–. ¿No se permite la entrada de mujeres aquí?
– A las mujeres decentes, sí – exclamó desde el mostrador, una voz aguardentosa–. A las hetairas, no.
–No soy una puta, señores – explicó, sin enojarse, imponiendo silencio–. Soy una amiga de los obreros. Vengo a ayudarlos a romper las cadenas de la explotación.

El diálogo pertenece a la novela ‘El Paraíso en la otra esquina’, de Mario Vargas Llosa, donde el escritor narra, en paralelo, episodios biográficos de y de su nieto, el pintor Paul Gauguin. De algún modo, la escena retrata lo que fue la personalidad de la mítica pensadora de ascendencia peruana: una mujer segura de sí misma, audaz, que proclamaba lo que creía y con un auténtico interés de lucha por los derechos de las personas.

Flora Tristán dejó a su esposo y realizó un largo viaje en barco hasta el Perú, en búsqueda del reconocimiento de su familia paterna. (Foto: Wikimedia Commons)
Flora Tristán dejó a su esposo y realizó un largo viaje en barco hasta el Perú, en búsqueda del reconocimiento de su familia paterna. (Foto: Wikimedia Commons)

Considerada una de las grandes representantes del feminismo moderno, Flora Tristán nació en París en 1803 dentro de una familia acomodada, pero, tras la muerte de su padre, su vida dio un giro trascendental. A los quince años empezó a trabajar como obrera en un taller de imprenta y, al poco tiempo, contra su voluntad, se casó con el propietario del lugar donde laboraba. Esas situaciones la marcaron profundamente y la motivaron a ser un motor de cambio.

Flora asoció la lucha por los derechos de obreros y mujeres a la necesidad de construir un entorno capaz de garantizar los derechos civiles y políticos. Planteó como un aspecto clave, para una convivencia justa, la participación plena de la ciudadanía y la exigencia de rendición de cuentas por parte de aquellos que administran el poder”, comenta Gaby Cevasco, integrante de la Asamblea del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.

La tarea que quería emprender no era fácil. Aun así, Flora Tristán dejó a su esposo, con todo lo que ello implicaba, y realizó un largo viaje en barco hasta el Perú, en búsqueda del reconocimiento de su familia paterna. A su llegada al país se trasladó a Arequipa, ciudad en la que residían sus parientes. Le ofrecieron donde quedarse, pero no pudo tomar posesión de los bienes de su padre, pues este, Mariano de Tristán y Moscoso, nunca legalizó el matrimonio con su madre, Thérèse Lesnais.

Flora Tristán escribió ‘Peregrinaciones de una paria’ (1839) y ‘La unión obrera’ (1843) . Obras fundamentales para acercarse a su pensamiento. (Foto: Difusión)
Flora Tristán escribió ‘Peregrinaciones de una paria’ (1839) y ‘La unión obrera’ (1843) . Obras fundamentales para acercarse a su pensamiento. (Foto: Difusión)

Decepcionada de la exclusión social que experimentó, regresó a Europa y de aquel periodo en nuestro país escribió ‘Peregrinaciones de una paria’ (1839). Luego se publicaron sus obras ‘Paseos en Londres’ (1840), ‘La unión obrera’ (1843) y, póstumamente, ‘La emancipación de la mujer’ (1845). “Sus textos son memoria viva, no son ficción, nos habla de lo que ella vivió y vio, por eso mismo, son importantes testimonios de las sociedades peruana, francesa e inglesa en plena revolución industrial. Un momento, también, en el que se forja el individuo moderno, y Flora observa todo ello desde su propia subjetividad”, explica Gaby Cevasco.

Cultivando ideas
“El nivel de civilización al que han llegado diversas sociedades humanas está en proporción a la independencia que gozan las mujeres”. La frase, escrita por Flora Tristán, posee una vigencia que la revela como una mujer adelantada a su tiempo. Más de un siglo después de su fallecimiento, se fundó en 1979 el Centro de la Mujer Peruana que lleva su nombre. Inspirada en su legado, la institución tiene como objetivo “incidir en el empoderamiento de las mujeres y en las políticas y procesos de desarrollo para que respondan a criterios y resultados de equidad y justicia de género”.

Más de un siglo después de su fallecimiento, se fundó en 1979 el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán. (Foto: Facebook)
Más de un siglo después de su fallecimiento, se fundó en 1979 el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán. (Foto: Facebook)

¿Cómo sería el discurso feminista de Flora Tristán en la actualidad? ¿Hacia dónde estaría orientada su lucha? Gaby Cevasco ensaya una respuesta: “Si ella estuviera viva, estaría liderando las marchas. Hubiera convertido su cuerpo, sus pechos, en armas. Como lo proclaman hoy las jóvenes, porque escribir sobre el cuerpo desnudo es un grito de rabia, de protesta contra la opresión, pero sobre todo contra la muerte de tantas mujeres por defender su libertad y autonomía”.

Y no solo eso: “Estaría visitando pueblo por pueblo para que las mujeres se rebelen, se unan, como lo hizo en el tour de Francia buscando la unión de los trabajadoras/es . Su carisma y decisión la hubieran llevado a ser una gran líder de masas”. En tiempos donde el acoso, los feminicidios y la violencia de género están a la orden del día, Flora Tristán sigue siendo la guía de muchas mujeres que, con entrega, siguen infatigables en su contienda. //

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