La política no me interesa. Es irreversiblemente un hábitat disfrazado de ideales. (Ilustración: Nadia Santos)
La política no me interesa. Es irreversiblemente un hábitat disfrazado de ideales. (Ilustración: Nadia Santos)
Pedro Suárez Vértiz

“Dice Jesús: ‘Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme’” (Mateo 19:21). Esta cita demuestra claramente que el socialismo es casi un mandamiento en la Biblia. Jesús pide el desprendimiento total de las ansias de acaparamiento en los hombres para que se enriquezcan espiritualmente. También señala que el dar tus riquezas a los pobres es indefectiblemente lo correcto.

Poco se difunde esta obligación cristiana o se interpreta obviando el detalle del desprendimiento total de las posesiones. Y es que el ser humano está de acuerdo con muchos ideales, pero en la práctica no actúa de acuerdo con ello. Esta es, en mi opinión, la razón de que no exista política ni gobierno perfecto en el mundo. 

El comunismo es hermoso, romántico y justo. El capitalismo es más realista con el derecho a que los fuertes destaquen sobre los débiles. Ambos pensamientos son, en el papel, ideologías muy bien argumentadas y con supuestos buenos resultados. Pero no consideran un elemento que arruina a las dos y las hace defectuosas sin excepción: el poder. 

El hombre sin poder piensa objetivamente. No pierde su condición ni esencia humanas. Pero una vez que se vuelve poderoso, sus reflejos espirituales cambian. No necesariamente ocurre una degradación personal, sino que en política existe mucha gente hambrienta de poder creando trampas para llegar a tenerlo. 

Entonces un político bueno o malo vive cuidándose de los adversarios. Esto también deforma al ser humano, pues debe aprender las mañas opuestas para defenderse. Por eso la política no me interesa. Es irreversiblemente un hábitat disfrazado de ideales, pero en el que a su vez se respiran múltiples pugnas de poderosos. 

En los maravillosos cuentos de reyes y princesas que de niños nos contaban, se representa de manera casi divina a estos personajes. El sueño de conocer al rey o de casarse con el príncipe azul, por ejemplo. Cuando en realidad las monarquías se forjaron con sangre, matándose entre familiares, sumiendo pueblos, etc. 

Al comienzo se trataba del absolutismo, donde una sola persona gobernaba ante todos y sus decisiones no tenían lugar a reclamos (reyes, monarcas, etc.) Luego, con la Revolución francesa, hubo un cambio tremendo que marcó un hito en la historia al disolver la jerarquización. Sin embargo, las nuevas estructuras no cancelaron la ambición de poder. 

El reconocido científico peruano Edward Málaga, profesor en la Universidad de Konstanz, Alemania, por 20 años, dice que pensar en izquierda o derecha es retrógrado. “Hoy la poderosa Rusia no es más de derecha ni de izquierda. Alemania practica una economía liberal, pero con un fuerte componente social. Al final, la clave del éxito parece ser el pragmatismo socioeconómico y no los dogmas ideológicos”.

La palabra ‘política’ tiene como primer significado ‘ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados’. Esta ciencia tiene muchos significados e interpretaciones. Una muy pintoresca es la del autor Giovanni Sartori: “La política ha sido una actividad organizada por sistemas con un claro carácter totalitario, donde un mandatario o un grupo reducido tenían el control de la sociedad e imponían sus criterios”. 

El origen de esta ‘ciencia’ reside en Aristóteles. Este escribió un libro sobre política y fue una de las primeras documentaciones donde se encuentra la necesidad de organizar la vida humana. Pero esto se discute, ya que los expertos consideran que la ‘política’ no tiene fecha de inicio. Es considerado que el hecho de gobernar sobre otros ha sido vigente desde el inicio de la humanidad. La forma en la que se lleva a cabo la política no siempre ha sido la misma. La sociedad estamental se iba degradando y en su lugar se llevaba a cabo la llamada ‘democracia’, que tenía sus raíces en la antigua Grecia. La democracia es la política del pueblo y es hoy en día considerada la manera de gobernar más eficaz en el mundo.

Sin embargo, como sea, para mí la política es un mal necesario que muchas veces se distrae de los problemas reales de una nación. Los políticos ignoran las reales amenazas de un país; son como ratones peleándose frente al gato.

Contenido Sugerido

Contenido GEC