Adele se presentó el sábado 24 en Saturday Night Live. (Foto: Instagram / @nbcsnl).
Adele se presentó el sábado 24 en Saturday Night Live. (Foto: Instagram / @nbcsnl).
Oscar García

Sobre divorcios hay varios discos pero ninguno con el ángulo que ha escogido para cantar sobre el suyo. Antes que las usuales diatribas que siguen a le experiencia de separarse de alguien o llantos extemporáneos por chalinas no devueltas, la británica de 33 años ha firmado un disco desde el punto de vista de quien puso fin a la relación. Y también desde la óptica de una madre que desea ayudar a su hijo de 9 años a entender por qué sus padres ya no pueden seguir juntos. Es un proceso de análisis e introspección atravesado por la culpa.

LEEN TAMBIÉN: Adele: Su esperado álbum “30″, ya está disponible en todas las plataformas digitales

Lo dicho parece una tarea servida para el melodrama de desamor, un camino que ya transitó en el pasado, en sus discos 21 y 25, aunque acá la cantante lo aborde todo con la sabiduría y el oficio que ha afianzado con los años. El negocio de ser diva ha consistido siempre en hallar el fino balance entre ser aguerrida y mostrarse vulnerable, materias en las que Adele tiene maestría y doctorado. En 30, la británica ha vuelto con un disco de baladas cortavena y algunas sorpresas más que nos deja al menos cinco momentos estelares.

Adele: Su esperado álbum “30″, ya está disponible en todas las plataformas digitales. (Foto: Instagram)
Adele: Su esperado álbum “30″, ya está disponible en todas las plataformas digitales. (Foto: Instagram)

1. CUANDO HABLA CON SU HIJO Y ROMPE EN LLANTO

My Little Love es la canción que mejor representa el tema general del disco. Adele le canta a su hijo Angelo con el corazón en la mano, sobre su decisión de divorciarse. Para añadir más sal a la herida, la compositora y cantante opta por la impudicia. Inserta audios reales del niño preguntándole por qué ya no lo quieren y otras dudas que pasan por su cabeza. El tema es un fino corte R&B noventero que cierra con otro golpe bajo: un audio de la propia Adele hablando sobre la soledad que termina en llanto. Pura catarsis.


2. CUANDO PIDE TREGUA Y UN POCO DE COMPRENSIÓN

El primer sencillo, Easy on Me, apareció el mes pasado y de inmediato batió varios récords de la industria, por ventas y por ser el tema más reproducido en Spotify en su semana de estreno. La hermosa balada al piano es, sin duda, un momento estelar aunque esté incluida bien al inicio. Es nuevamente Adele implorando por un poco de comprensión por haber tomado una decisión que puede verse radical e inmotivada, aunque en los siguientes temas vaya desgranando sus razones.


3. CUANDO HABLA SOBRE SU RELACIÓN CON EL ALCOHOL

Una de las cosas que Adele ha querido dejar en claro en esta fase de su vida es su decisión de cortar con el trago. I Drink Wine, el segundo single de 30, es una balada dinámica al estilo de Elton John o Carole King, que parece abordar este tema, cuando refiere a las malas decisiones que se perpetúan en su familia y cómo estas nos convierten en versiones de nosotros que no nos gustan. Adele fue hija de un padre alcohólico que no siempre estuvo ahí. Su muerte a inicios de año la llevó a escoger el camino de la sobriedad.


4. CUANDO PRUEBA CON GÉNEROS NUEVOS

En 30, Adele se permite salirse del formato balada y probar con algunos ritmos y texturas con los que no es muy asociada. Se advierte desde el inicio con Strangers By Nature, que suena a un “estandar” de los años treinta, plácido y ensoñador hasta que lees la letra. En Oh My God se anima a cantar sobre una pista de leve inspiración dembow. Es lo más cerca que estará de cantar un reggaeton en su vida. En Cry Your Heart Out, su voz procesada con variación de velocidad da inicio a un reggae depresivo, nuevamente sobre su divorcio. “¿Cuando me volveré a sentir yo misma?/... / Yo cree esta tormenta. Es justo que me siente en la lluvia”.


5. CUANDO LLEVA SU VOZ HASTA EL LÍMITE

Ubicada casi hacia el final, To Be Loved es una balada de seis minutos y poco más que se siente como el clímax de la película. Es un número espectacular en el que la cantante parece jugarse la vida en acrobacias vocales hasta la extenuación. Difícilmente podría reproducir en vivo esto sin salir con la voz lastimada. “Que se sepa que lo intente” es la linea final a la que llega, con las cuerdas casi destrozadas. La desesperación que le pone da a entender la importancia que tal línea tiene para que se entienda el mensaje de la obra.

Contenido Sugerido

Contenido GEC