MDN
vestido de novia

"En el día de su boda una mujer debe asegurarse de llevar un vestido que la haga sentir dos cosas: segura de sí misma y hermosa", dijo alguna vez la diseñadora venezolana Carolina Herrera. Podría añadirse ahí un detalle fundamental: que sea un vestido en el cual no haya gastado de más. A veces es inevitable, por supuesto; especialmente cuando se encuentra un modelo único del cual es imposible no enamorarse. Ocurre que en el mercado peruano, recuperar el dinero invertido en un vestido de novias no llega ni al 50% del monto. 

"El vestido de novia nunca es una inversión", indica la experta Cecilia Belgrano, quien maneja desde hace una década el atelier de vestidos de un solo uso , junto a su socia, Charo López. Ambas han aprendido a afinar ojo y tacto: su sistema consiste en recibir vestidos usados una sola vez en consignación por 5 meses (a tratar). La novia que lo entrega paga S/185 y asume los arreglos de la pieza en caso presente algún desperfecto que no comprometa su calidad (manchas por el uso o la humedad, o roturas en la costura, por ejemplo), pero se lleva el 80% de la venta. Los precios varían según el costo original de cada vestido y se pueden encontrar modelos desde $650 en adelante, en tallas que van desde la 0 hasta la 12. No se trata, en ningún caso, de un servicio de alquiler de vestidos. 

MÁS INFORMACIÓN
De novia a novia
Correo: denovia.anovia@gmail.com
Whatsapp: 998-515850 / 998-678333
​Atención previa cita.

Palpitar
Citas en: www.citaspalpitar.as.me

"Ningún vestido tiene más de dos años de antigüedad, porque las tendencias del mercado van cambiando con mucha velocidad", explica Charo López. Si bien varios modelos están hechos a medida, la propuesta de 'De novia a novia' también incluye el servicio de arreglos y entalles para las mujeres que adquieran las piezas (esto se paga aparte, y lo asume la nueva compradora), además de la venta y/o alquiler de accesorios, algunos de los cuales también se reciben en consignación. "Las clientas de hoy en día entienden que hacer un gasto enorme en un vestido que solo se usa una vez ya no es práctico", añade Belgrano. "De esta manera muchas mujeres pueden acceder a diseñadores y marcas que manejan un precio considerablemente más elevado por sus diseños, pero terminan pagando un monto más cómodo". ¿Una buena recomendación para las novias que tienen planeado sacarle provecho a sus vestidos después de la boda y nadie les dice? Guardar siempre la boleta de compra. 

Palpitar
Palpitar

ME LO LLEVO PUESTO
​Nuevos conceptos continúan ampliando posibilidades en el mercado. Especialmente, cuando se trata de novias que no disponen del tiempo (y la paciencia) que se requieren para elaborar un vestido a medida. La marca nació el año pasado para responder a esta demanda, y es un proyecto en conjunto de la diseñadora Angie Schlegel y la wedding influencer Iris Díaz. Palpitar se presenta como un 'fast fashion bridal' que bien puede ser la primera marca de vestidos de novia en el sector retail del país. "Nuestro modelo no tradicional mantiene un comportamiento de venta minorista y de alta rotación conocido como “fast fashion”, con la particularidad de ser también un 'bridal' de lujo", explica la diseñadora argentina afincada en el Perú Angie Schlegel. 

Los vestidos están listos para usar y se pueden comprar directamente en el showroom con precios base que bordean los S/1500. La novia elige el diseño que quiere y este se confecciona rápidamente y a medida. Las tallas van desde la S hasta la XL, en algunos casos. También tienen vestidos y conjuntos para civiles, vestidos de cambio, looks para sesión pre-boda, pedida de mano, shower de la novia y tocados. 

'Acepto' parece ser lo único que queda por decir.

Contenido Sugerido

Contenido GEC