La idea nació porque la perrita de Luis, Megan, la pasaba mal en el invierno. En su natal Cajamarca, la temperatura puede decender hasta 5 °C. (Foto: UPN)
La idea nació porque la perrita de Luis, Megan, la pasaba mal en el invierno. En su natal Cajamarca, la temperatura puede decender hasta 5 °C. (Foto: UPN)
Vanessa Cruzado Alvarez

Día de los animales | Muchos pueden ser los motivos por el que alguien decide inventar algo: aliviar alguna dolencia, facilitar un quehacer o, simplemente, demostrar afecto. El siguiente proyecto es una clara muestra de esto último. Hace tres años y medio que la vida de Luis Quiroz cambió con la llegada de una perrita. Megan se convirtió, cómo no, en un miembro más –y por qué no, especial- de la familia.

La perrita solía estar entre el techo y el interior de la casa. Así era hasta que su padre se percató que Megan la pasaba mal en las madrugadas, sobre todo en invierno. En su natal Cajamarca, el frío es intenso. La temperatura suele bajar hasta los 5 °C. “Megan hacía bulla, arañaba la puerta –que solía trancarse. Quería salir a hacer sus necesidades y regresar [a la casa]. Estábamos contra la espada y la pared: si no trancábamos la puerta, [Megan] salía y luego no podía entrar. Intentamos hacerlo de manera manual, pero no podía cerrar la puerta y entraba el frío. Teníamos que contar con un mecanismo automático en la puerta”, cuenta Luis.

Mientras la familia pensaba en una solución, Luis, quien cursa la carrera de Sistemas Computacionales en la Universidad Privada del Norte, en la sede de Cajamarca, iniciaba el décimo ciclo. Uno de los cursos demandaba presentar un proyecto innovador para aplicarlo en Sistemas Integrales, donde uno de los temas que se aborda es la inteligencia artificial. “Les conté a mis compañeros [el problema con Megan] y les propuse hacer la casita”, relata.

Estudiantes de décimo ciclo diseñaron casas para que las mascotas no pasen frío ni se vean afectadas por la humedad. (Foto: UPN)
Estudiantes de décimo ciclo diseñaron casas para que las mascotas no pasen frío ni se vean afectadas por la humedad. (Foto: UPN)

Así fue que junto a Diana Gutiérrez, Gian Tintinapón, Angelita Sánchez, Roger Quispe y Edwin Valdivia, crearon la ‘Casa para mascotas con diseño térmico-protector con sistema de control y monitoreo’. En otras palabras, un espacio para que las mascotas sean vigiladas por los dueños y ajusten la temperatura interna. “El concepto era hacer una casa que permita mantener aislada a la mascota del frío. Que tenga una puerta con un mecanismo que se abra (o cierre) gracias a un sistema de sensores”, detalla.

Con el tiempo, se dieron cuenta que el proyecto era ideal para un perro. Los gatos, confiesa Luis, eran más reacios a quedarse dentro. El proceso tomó un mes. Quiroz admite que lo más tedioso fue la programación. “Habían casuísticas donde, por ejemplo, el perro se movía, pero tal vez era porque se estaba acomodando. No necesariamente porque estaba inquieto”, explica. A medida que avanzaban en el trabajo, el sensor de movimiento recolectaba datos de la mascota y permitía detectar si esta en verdad quería salir, para que la puerta se abra.

La casa está elaborada de madera con aislante térmico, un sistema de control de hardware computacional, una puerta flexible y capas protectoras en toda su infraestructura. “Tuvimos la visión de no solamente darle utilidad al sistema en un clima seco, sino también pensamos en las mascotas de Lima y su humedad”. Así que lo incluyeron dentro del sistema de monitoreo. Para los estudiantes, el objetivo principal es potenciar el proyecto a nivel de manufactura para que pueda ser comercializado y utilizado en entornos cotidianos.

En el concurso nacional de inventores del 2018, los estudiantes probaron que su proyecto es efectivo. Están a la espera de posibles inversores para mejorar el prototipo.
En el concurso nacional de inventores del 2018, los estudiantes probaron que su proyecto es efectivo. Están a la espera de posibles inversores para mejorar el prototipo.

Añadieron una cámara de vigilancia y un sistema de audio para que, cuando el can ladre (sumado al movimiento), la puerta de la casa se abra. En el concurso nacional de inventores del año pasado, recrearon la escena y probaron la funcionalidad. El monitoreo se puede hacer mediante Telegram, la aplicación de mensajería. La información se recibe en el teléfono.

Por el momento cuentan con un prototipo. Están en camino a patentarlo ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI).

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