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Carlos Vives

Carlos Vives lo ha dicho sin decirlo. Su esposa Claudia Elena Vásquez, ingeniera química y ex Miss Colombia, también lo ha notado tras escuchar en una sala privada del Country Club Lima Hotel la conversación que la megaestrella de la música latinoamericana tiene con Somos. Por eso, terminada la charla y apagada la grabadora, lo fastidia: “Te quedaste pensando mucho en aquella respuesta... ¿Qué pasó? ¿Te acordaste de Falcao?”. Ella se refiere a la interrogante sobre el parecer del cantautor, e hincha máximo del balompié, respecto de las “conversaciones fraternas” entre los jugadores de Perú y Colombia durante el partido que disputaron en las eliminatorias a Rusia 2018, aquellas que, dicen las malas lenguas, consiguieron el pase de ambos equipos al Mundial. Sobre eso, él lanza sonoras carcajadas. Ha querido hacerse el loco, pero sus risotadas aprobando la supuesta complicidad han terminado vendiéndolo. Murmura algo sobre los buenos socios que son los dos pueblos, ríe más y se va a almorzar. En dos horas tiene que bajar a Chorrillos. 

Por la noche ya hay en su cuenta de Instagram un video de él montado bicicleta en Agua Dulce, durante la puesta de sol. Se desbordan los likes. El ganador de dos Grammy y once Grammy Latinos, con más de 20 millones de discos vendidos por el mundo, ha estado en la capital esta semana para grabar el videoclip de Mañana, uno de los sencillos de su último álbum. Aquí el gran bonus track es que tiene a Lima como su protagonista, gracias a una alianza entre Sony Music y Marca Perú. De ahí que haya grabado, además, en el centro de Lima, Miraflores y Barranco. Vives (56), a metro y medio de distancia, parece ser un tipazo –aunque a miles de kilómetros, también–. El pata que quieres siempre en los tonos, las pichangas, las parrilladas. Simpático, conversador, bromista, coqueto. Honestamente amable. Aterrizado. Viejo lobo, además. A continuación, lo que nos dijo sobre el estado actual de su carrera, su respaldo en la promoción turística de Lima, las causas sociales en las que está involucrado y, cómo no, Rusia 2018.

- Se acaban de cumplir cinco años de tu regreso triunfal a la industria, tras estar fuera otros ocho. ¿Cuál es el balance de este periodo?

Uyy... no, no, no... Dios mío... Te tengo que decir que todo ha sido muy hermoso... Algo hice bien. Este tiempo ha sido muy especial. En la decisión de regresar tuvo mucho que ver la gente que trabaja conmigo, mi esposa y la compañía de discos que me sacó así como del ostracismo... 

- ¿Qué hiciste esos ocho años? 

Esa etapa se inició porque finalizaron mis contratos y, bueno, mi equipo y yo tratamos de no desconectarnos de la industria, pero pasó... Yo seguí trabajando en lo que siempre había hecho. Hice teatro en Bogotá, proyectos para niños, me dediqué a trabajar con mi hermano en un restaurante que tenemos. Tumbé mi casa, mejoré mi estudio de grabación... 

- Aun así, seguías recibiendo invitaciones para tocar en el Perú... ¿Hacer un videoclip de una canción tuya para promocionar Lima es una forma de decir gracias a esa lealtad?

Lo es. Estoy encantado con este proyecto. La propuesta me llegó justo cuando acabábamos de regresar de Lima hace unos meses; estuvimos acá redescubriéndola en bicicleta. Así que dijimos perfecto. Ustedes, además, tienen una marca país hermosa y lindos lugares como Cusco y la selva maravillosa. Sin embargo, creo que muchos aún no conocen todo el potencial que tiene Lima. Esta relación que ustedes tienen con el agua es genial. Lima es anfibia totalmente. 

- Una constante en tu carrera son las colaboraciones que tienes con otros artistas. ¿Esto se da por voluntad tuya o por una necesidad del mercado?

Hace 25 años yo me volví un cantante de escenarios grandes y siempre detrás de mí venían nuevas figuras. Entonces me acostumbré a apoyarlos, por eso nos hicimos amigos con Juanes, Shakira. Y después vino toda esta generación que siguió un poco el camino de la música que yo planteé: Fonseca, Fanny Lu, Mauricio & Palo de Agua. Cuando yo ya era un viejo hecho y derecho, ellos estaban en los colegios siguiendo mi música y como que me volví el padrino de muchos. Me encantaba hacerlo. Pero las colaboraciones recién empezaron a pasar hace cinco años. En esos primeros 15 años nadie me invitó a grabar. A mi regreso encontré un interés especialmente de una nueva generación. El primero que me invitó fue Michel Teló, de Brasil. La nueva generación de músicos urbanos es con la que más me encuentro, quizá porque lo que yo hago musicalmente se conecta muy bien con lo que ellos hacen. Los ritmos de los que se alimenta la música urbana son ritmos muy nuestros, ancestrales, que están en la cumbia y el vallenato, por ejemplo. 

- Además, apoyas muchas causas sociales. ¿De dónde viene el espíritu comprometido? 

Eso viene de la casa. Mi papá es un líder político que trabajó mucho por la comunidad... Y, bueno, yo creo que es parte de la vida del artista. Al artista siempre se le está buscando pa’recaudar fondos en el barrio y donde sea. Y pa’eso estamos. Siempre he ayudado en cuanta causa podía. Pero ahora me enfoco más en una propia. Tengo una fundación que se llama Tras la Perla, que desarrolla proyectos en el barrio de Pescaíto, en Santa Marta, mi ciudad. El barrio ha estado en el olvido teniendo tanto patrimonio. Fue el primer lugar que se fundó en el Caribe sudamericano, tiene una arquitectura muy especial, cuna del carnaval, allá nació el ‘Pibe’ Valderrama, Rafael Falcao, tiene una relación importante con el fútbol... Estamos trabajando mucho allá. 

- Hablando de fútbol, ¿vas a Rusia? 

Nooo, lo veré en casa. Sabes, viajamos tanto que, cuando llegan eventos así, yo lo que quiero es ir a verlo con mi papá. Solo me quiero ir pa’mi casa y estar con mis amigos. 

- ¿Y qué te parecieron en su momento las conversaciones ‘fraternas’ entre los jugadores de Perú y Colombia en el final de las eliminatorias? 

[Se ríe mucho]... bueno... no entendí, no entendí mucho...[ríe] lo que puedo decir es que estoy contento con que los dos equipos vayan. El Perú tiene mucho carisma futbolístico, histórico. A mí me tocó nacer con un papá que es un apasionado del fútbol, entonces el fútbol para mí es corazón. 

- ¿Guerrero merece ir al Mundial? 

Lo merece, claro. También que le pidan disculpas porque le achacan cosas que no eran. Además, es un gran jugador... Los que creemos en el fútbol peruano vemos en figuras como él el reemplazo de todas esas estrellas de antaño que nos emocionaron toda la vida. En Colombia tuvimos la suerte de tener a varios de ellos jugando. Conocí a Mifflin cuando yo era ‘pelao’ y él jugaba en Millonarios, por ejemplo. Sé de Cueto... en fin. Ojalá haya una salida para él. 

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