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A star is born

Esto no pretende ser una crítica de cine, ni mucho menos. La nota que está leyendo tiene fundamentalmente información y, vamos, una sucinta apreciación personal de quien escribe. Hoy se revelaron las nominaciones al Óscar de este año y 'A Star is Born' se alza con ocho de ellas. Mejor película, para comenzar. Además de Mejor Actriz, para Lady Gaga; y Mejor Actor para Bradley Cooper, quien también la dirigió y produjo. El filme es relevante, en primer lugar, porque se trató de uno de los estrenos más esperados en su momento. Luego, porque no se ha dejado de hablar de este desde que se vio por primera vez en el Festival de Cannes 2018. Y en tercera instancia, obviamente, porque se trata de una de las principales divas del pop en el mundo y uno de los actores más importantes del star system hollywoodense.

Antes de continuar, un breve resumen de la trama. Jackson Maine (Cooper) es un famosísimo cantante de rock indie, oriundo de Arizona, que vive atormentado por su adicción al alcohol y a las pastillas. Escenario que pisa, escenario al sube totalmente drogado. Es en esa atribulada vida que habita en el mundanal ruido que conoce una noche a Ally (Gaga), una mesera que posee una extraordinaria voz, pero que se halla resignada a no vivir de la música, por lo que ella piensa, se debe a su apariencia física. Ambos conectan, sentimental y musicalmente, y él decide ayudarla a encontrar confianza en sí misma y, claro, en su ascenso al último peldaño de la popularidad. Todo pinta hermoso hasta ahí, lamentablemente los demonios que persiguen a Maine son mucho más rebeldes que la reciente y poderosa inspiración que viene acompañada de la muchacha.

Ahora, los antecedentes. 'Nace una estrella' −ese es el título en español− tiene cuatro versiones, siendo la última la que nos convoca aquí. La primera data de 1937 con Janet Gaynor y Fredric March; la segunda de 1954 con Judy Garland y James Mason; y la tercera con Barbra Streisand y Kris Kristofferson. Todas son disímiles entre sí en algún punto. En algunas todo gira alrededor del mundo de la actuación y no de la música; en otras, las canciones no tienen un rol preponderante; entre otros apuntes. Cooper ha dicho, con respecto de su interpretación de la historia, que no se concentró en buscar ángulos diferenciales en comparación de los filmes predecesores, sino que se ocupó de tratar de realizar una película original desde cero. De allí que haya querido abordar el drama romántico, omnipresente cualquiera sea el tiempo, con una visión muy contemporánea del mundo, incluyendo el de la industria de la música. La elección de Gaga en el rol principal tiene que ver mucho con ello.

Hoy, el filme tiene ocho nominaciones a cuestas. También se cuentan entre ellas: Mejor Actor Secundario para Sam Elliot, Mejor Guion Adaptado, Mejor Fotografía, Mejor Mezcla de Sonido y Mejor Canción. Habrá que ver qué sucede, varias sorpresas nos llevamos ya en los últimos Globos de Oro, pero cabe comentar qué tanto potencial tiene la cinta en determinados aspectos.

Para arrancar, el combo Gaga−Cooper es poderoso. Los meses de preparación y complicidad entre ambos artistas −es la primera vez que dirige él y la primera en la que actúa ella, los dos han declarado que ello fue clave en la generación de los lazos de confianza− se evidencian naturalmente en pantalla. Es decir, se les cree. El primer gol anotado dado que estamos hablando de una historia de amor. Dramático, pero amor al fin.

Está, además, la música. Todas las composiciones son originales, muchas de ellas escritas por la misma Gaga. Cooper, hay que mencionarlo, canta, labor para la que se preparó por meses con un entrenador vocal. Y no lo hace nada mal. Y así como pasó en la filmación de "Los Miserables" (2012), todas las voces fueron grabadas al mismo tiempo que las cámaras apuntaban sus lentes sobre ellos. O sea, en vivo.

Ahora bien: las actuaciones. Gaga es ciertamente una revelación. Su performance es natural, casi no desentona en contraposición al veterano Cooper y se luce como nadie en las partes musicales, evidentemente. Pero, ¿ello es suficiente como para ganar un Óscar? Pues diríamos que no, pero acaba de ganar un Globo de Oro por ese rol, entonces... Para nosotros Gaga está en camino a consagrarse como actriz, pero aún no está "ahí". A menos que el premio se lo den por cantar, como ocurrió con Jeniffer Hudson por "Dreamgirls". Es poco probable que se la lleve en la categoría de Mejor Actriz, aunque tal vez sí en la de Mejor Canción Original con Shallow.

Otra es la historia con Bradley Cooper, la verdadera estrella de 'A Star Is Born', aunque pocos se hallan dado cuenta. Estaba cantado que iba a ser nominado como Mejor Actor. Un gran papel resultado de meses de trabajo que incluyó, por ejemplo, ensayar para bajar una octava el timbre de su voz al hablar para parecerse a la del actor que en la cinta hace a su hermano, la leyenda Sam Elliot. Su interpretación, la de un hombre deprimido y vencido por la adicción que solo consigue la paz por un breve tiempo, es fenomenal. Se la compras toda. ¿Ganará? Está complicado por los nombres que lo acompañan en la terna: Christian Bale, Willem Dafoe, Rami Malek, Viggo Mortensen. Pero es una interpretación que, de todas maneras, no debería dejarse de ver.

Sea como fuere, recomendamos verla. Queda en ti, lector, dar el veredicto final sobre la película. 

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