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Enigmatik.
Arturo León

El suspenso está presente desde el inicio. Antes de ingresar por la puerta que dice "Rehenes 2" (nombre del juego) nos piden que usemos los antifaces. Seremos llevados a la habitación de la mano por la guía y, una vez adentro, ella nos avisará el momento en que podemos recuperar la visión. Antes nos advierte que hay una llave detrás de la puerta que, si en caso alguien siente necesidad de salir de la habitación, se puede usar para abrirla. Nos explica, además, que los juegos de escape no están hechos para dar miedo, pero pese a ello todos estamos -de alguna u otra manera- algo nerviosos. Somos cinco adultos profesionales mayores de 23 años.

"La temática puede ser que sí dé un poco de miedo, pero, en realidad, adentro nada te va a asustar. Es cierto que tenemos un soundtrack de acuerdo al tema que se escucha durante la experiencia y que puede ser un poco tenebroso, pero es parte de la ambientación. Todo se trata de buscar pistas, resolverlas y escapar. Nadie te va a tocar de la nada o algo así. No es una casa del terror. Pero tiene mucho misterio y suspenso, que resulta divertido incluso para los más chicos", explica Lorena Pinzón, trabajadora de .

Los primeros en inventar juegos de escape habrían sido los japoneses. En 2007, el guionista de cine y director de animes, Takao Kato, creó . En su página web se consideran los "pioneros" de juegos de escape en el mundo. Este modelo novedoso de entretenimiento fue creciendo de a pocos y el 2017, según un estudio publicado por exitgame.co.uk, existían más de 8,000 habitaciones de escape en todo el mundo. Hoy deben ser muchos más. Enigmatik, en la Calle Las Palmas 338, Surquillo, cuenta con dos.

Nos tocó vivir la experiencia en "Rehenes 2". Todo juego de escape tiene una historia detrás. ¿De qué trata éste? "Tú y tus amigos son un grupo élite de agentes federales que día a día se enfrentan a los criminales más peligrosos. Esta vez, se encuentran tras los pasos de un asesino serial sumamente inteligente cuyo modus operandi es secuestrar a sus víctimas en su propia casa, para luego dejarlos encerrados con una bomba de tiempo activa. ¿La misión? Entrar en la casa, encontrar la bomba y desactivarla para lograr salir con vida rescatando a las víctimas.", cuenta Pinzón.

Video: Enigmatik.

Nos dijeron que teníamos que ser muy curiosos, que cualquier cosa puede ser una pista. Y era verdad. Al principio nos costó. Ya sin antifaces, te encuentras con lo que sería la sala de una casa común y corriente. Vemos muchos candados, lámparas, botones escondidos, cuadros que parecen decir algo, llaves que no abren nada y una gran variedad de objetos que, a medida que avanza el juego, nos damos cuenta de qué su presencia tenía un motivo. Puedes pedir ayuda, a través de un walkie talkie, hasta en cinco oportunidades. Créeme, vas a tener que usarlo en algún momento. Sencillo no es.

Un pequeño televisor te indica que el tiempo ha comenzado. Solo tienes 60 minutos para escapar. 

Llega un momento, después de resolver varios de los acertijos, que descubres que la habitación es mucho más que las cuatro paredes con las que nos encontramos en el inicio. Hay un par de pasadizos secretos, una zona donde se observa a los 'rehenes' que necesitan ser salvados y escondites que son complicados de ubicar. Es importante leer cada uno de los mensajes que van apareciendo, trabajar en equipo y utilizar la hoja de apuntes que viene con el cuarto. Ah, y cuando crees que estás llegando al final, vas a darte con la sorpresa que queda poco tiempo y muchas pistas por encontrar.

Video: Somos El Comercio

"Solo el 20% de grupos que por primera vez experimentan un juego de escape logran llegar hasta el final. Los que lo hacen por segunda vez tienen hasta el 50% de probabilidades", nos explican los trabajadores de Enigmatik. Al equipo que logre 'escapar' se le entrega un certificado de escape.

¿Para qué edades están diseñados los juegos? De 13 en adelante. "Para los cumpleaños tenemos un espacio en la terraza donde los clientes pueden cantar happy birthday, traer sus tortas, bocaditos, o lo que deseen. Además, sin costo extra, nosotros damos dulces y golosinas. Además le tomamos una foto al cumpleañero y le damos la foto impresa. También cotillón. Si los menores son de 13 años, también pueden entrar, pero con una adulto. Hemos tenido personas de hasta 60 años en las habitaciones", cuenta Lorena Pinzón.

También hay promociones, como la que se publicita en el Facebook de la empresa. 

No resolvimos el juego, tampoco ‘escapamos’, ni estuvimos cerca de desactivar la bomba, pero nos divertimos. Es, sin duda, una buena forma de desconectarse durante 60 minutos (¿cuándo fue la última vez que no revisaste las notificaciones de tu smartphone en ese lapso de tiempo?), dejar de lado el estrés y hasta descubrir habilidades que posiblemente no sabías que tenías.

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