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(Foto: Trap Lima)
Arturo León

En la calle Manuel Bonilla de Miraflores se encuentra la casa de Lucille Sankovic. Cuenta la leyenda que se trata de una bruja, una hechicera cuyo hijo psicópata todavía sigue vivo y anda rondando por ahí. Un equipo de Somos El Comercio ingresó el pasado miércoles con el fin de romper una misteriosa maldición. Pasamos de ser periodistas, a agentes. Sin celulares, con habilidad, destreza, comunicación y trabajo en equipo, salimos sanos y salvos. Logramos el objetivo, nos desconectamos de la caótica Lima por casi 60 minutos y -por suerte- nunca nos encontramos con el 'loco' de Ismael. 

La casa de Lucille Sankovich es, en realidad, uno de los dos juegos que ofrece Trap Lima, una de las franquicias más grandes del mundo en lo que a cuartos de escape se refiere. En una habitación con varios ambientes, escondites secretos, acertijos, enigmas, candados, juegos mentales, mensajes misteriosos y más, los participantes ponen a prueba cuánto se conocen entre ellos, para qué tipo de retos son mejores y si son capaces de cumplir con la misión en menos de una hora. Cada movimiento, cada avance, supone un nuevo obstáculo. Uno más difíciles que otros. ¿Son juegos de terror? No. Existe cierto suspenso, pero nada fuerte. 

ASÍ LLEGÓ TRAP A LIMA

Macarena Vega es gerente general de los cuartos de escape. Los conoció hace unos años en Londres, Europa. Quedó fascinada de la experiencia. Lo primero que hizo al llegar al Perú fue comunicarse Tasha Johnsey, amiga británica con la que estudió un MBA en Barcelona y hoy su socia en Trap Lima. Le contó la idea, la convenció y en unas semanas ya estaban haciendo Skype desde PErú con los dueños húngaros de una franquicia que está presente en 25 ciudades de todo el mundo. Ha llegado hasta la lejana Hanoi, capital de Vietman. 

"Lo primero que hicimos fue comprar los derechos de la franquicia. El local en Miraflores ya lo habíamos visto y nos parecía la ubicación perfecta. Siempre creí que sería el sitio ideal para comenzar. Constituimos la empresa y empezamos a trabajar", cuenta. En octubre del 2015, las vidas de Macarena y Tasha cambiaron. Se dedicaron a crear los cuartos de escape que, aseguran, son un 'boom' en Europa. Lo más difícil fue seguir al pie de la letra los lineamientos de Trap.

"Conseguir todo fue difícil. Hay cosas que en Perú no se pueden encontrar. Muchos detalles, elementos y objetivos hemos tenido que traer de afuera. Hemos sido muy minuciosas con eso. En el tema de los diseños de las habitaciones hicimos consultas con expertos de Europa, porque aquí es algo totalmente nuevo", asegura Vega.

Es tan nuevo que las preguntas que recibieron de los primeros participantes y curiosos que pasaban por el lugar es si se trataba de algo de terror o un juego en el que los miembros podrían hacerse daños entre ellos. Cuando, en realidad, es todo lo contrario. 

ÚTIL PARA LAS EMPRESAS

Los cuartos de escape no solo se han convertido en una nueva fuente de diversión (para niños y adultos) o cómo previos al abanico de bares que ofrece la calle Manuel Bonilla, también son perfectas para dinámicas empresariales, incluso para selección de personal. Macarena, en el hall donde reciben a los participantes, nos cuenta que los cuartos han sido utilizados como exámenes para futuros trabajadores o personas con posibilidades de recibir un ascenso. "Mientras ellos muestran sus destrezas y habilidades en las habitaciones, las empresas envían a un psicólogo que puede observar y escuchar todo lo que hacen en las pantallas desde donde se monitorea todo". 

Sí, Macarena y Tasha pueden observar todo lo que sucede mientras los jugadores resuelven los obstáculos. De hecho, es posible pedir ayuda hasta en tres ocasiones a través de un walkie-talkie. Según nos cuentan, solo dos de cada 10 grupos logran resolver las misiones en los 60 minutos de juego. Nosotros lo logramos faltando solo un minuto para el final. 

¿CÓMO VIVIR LA EXPERIENCIA?

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(Foto: Trap Lima)
(Foto: Trap Lima)

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