Es posible acampar en Waqrapukara, donde se reciben las primeras lanzas del Sol al alba y los últimos en el ocaso. (Foto: Martín Chumbe)
Es posible acampar en Waqrapukara, donde se reciben las primeras lanzas del Sol al alba y los últimos en el ocaso. (Foto: Martín Chumbe)
Álvaro Rocha

Obligados por las circunstancias –competencia, turismo masivo–, los operadores cusqueños apuntan al sur, cuyos destinos de calidad recién se visibilizan. Empero, años atrás, agencias visionarias como Pukupuku Travel (Facebook Pukupuku Travel) exploraron ese territorio y posicionaron nuevas rutas mucho antes que el se sobresature. 

De más está decir que no disfrutamos la cosmopolita noche cusqueña, pues a las 4 de la mañana nos recogió del hotel Ricardo Reátegui (T. 959136848), uno de los guías top de la región. Hacía frío en Huayqui, el punto de partida, pero apenas empezamos a latear por una puna majestuosa entramos en calor. No nos cruzamos con ningún turista, solo pastores cuidando sus rebaños, y es que esta ruta es más para viajeros en busca de la espiritualidad ahogada en los tours comerciales. 

De pronto, una alucinante hondonada interrumpe el llano altiplánico. Con asombro lo relata el arqueólogo Miguel Cornejo, que investigó el lugar en 2010: “Antes de acceder a Waqrapukara se llega a un espacio formado por la erosión fluvial y eólica. Todo el entorno natural advierte que se está llegando a un sitio especial, fuera de lo común, de una belleza incomparable”. 

El abismo que forma el río Apurímac es la cereza de la torta y hace de Waqrapukara (4.104 m.s.n.m.) uno de los paisajes más espectaculares de los Andes. Los arquitectos incas amoldaron sus edificios a la geografía. “Es un santuario inca de primer orden, que denota un inmenso poder político y religioso aún no descifrado”, añade Cornejo. 

¿Qué más puedo decir? Estos son los sitios que hacen que mi corazón lata más aprisa (y no por la altura), que vuelva a los 17, a sentir profundo, como cantaba Mercedes Sosa. 

Más información

  • Para llegar hay que tomar la carretera a Puno y en Chuquicahuana (km 91) tomar el desvío a Acomayo. Todo asfaltado. De allí una trocha va a la comunidad de Huayqui, donde empieza la caminata.

  • En Pomacanchi, situado a la vera de una laguna, se ubica la casa de Carmen Noguera, madre de Túpac Amaru.

  • Waqrapukara fue edificado por los Qanchis y posteriormente conquistado por los Incas.

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